Veinte Poemas Para Leer En El Tranvía
20 POEMAS
PARA SER LEÍDOS
EN EL TRANVÍA
J¿
Ilustraciones del Autor
LIBRERÍA "LA FACULTAD"
Juan Roldan & Cía.
buenos aires
359
florida
-
Ningún
que
prejuicio
el prejuicio
de
más
lo
ridículo,
SubliuiC
A
La Púa
'
Cenáculo fraternal, — con la certidumbre
reconfortante de que en nuestra calidad de
latino-americanosposeemos el mejor estó-
mago
un estótnago ecléctico,
capaz de digerir y de digerir
del mundo»
libérrimo,
bien, tanto unos arenques septentrionales
ó
un kouskous oriental, como una becasina
cocinada en la llama ó uno de esos chorizos
épicos de Castilla,
OLIVERIO.
PAISAJE BRETÓN
Douarnenez,
en un g-olpe de cubilete,
empantana
entre sus casas
como dados,
unpedazo de mar,
con un olor a sexo que desmaya.
!
;
Barcas heridas, en seco, con las alas plegadas
que cantan con una voz de orang-után
¡ Tabernas
¡
Sobre los muelles,
mercurizados por la pesca,
marineros que se agarran de los brazos
para aprender a caminar,
y van a estrellarse
con un envión de ola
en las paredes
mujeres salobres,
enyodadas,
de ojos acuáticos, decabelleras de alga,
que repasan
como
las redes colgadas
de los techos
velos nupciales.
El campanario de
la ig*lesia,
en un escamoteo de prestidigitación,
saca de su campana
una bandada de palomas.
Mientras las viejecitas,
con sus gorritos de dormir,
nave
para emborracharse de oraciones,
y para que el silencio
deje de roer por un instante
las narices de piedra delos santos.
entran a
la
DOUARNENEZ, JULIO
1920.
CAFÉ-COI^CIERTO
Las notas del pistón describen trayectorias de
cohete, vacilan en el aire, se apag^an antes de darse
contra
el suelo.
Salen unos ojos pantanosos, con mal olor, unos
dientes podridos por el dulzor de las romanzas,
unas piernas que hacen humear
el
escenario.
La mirada del público tiene másdensidad y
más calorías que cualquier otra, es una mirada
corrosiva que atraviesa las mallas y apergamina
la piel
de las artistas.
Hay un grupo de marineros
encandilados ante
que un "maquereau" tiene en el dedo
meñique, una reunión de prostitutas con un relente
a puerto, un inglés que fabrica niebla con sus
el
faro
pupilas y su pipa.
La camarera me
trae,
en una bandejalunar,
me
cuando me
sus senos semidesnudos... unos senos que
llevaría
para calentarme los pies
acueste.
El telón,
al cerrarse,
simula un telón entre-
abierto.
BREST, AGOSTO
1920.
!
CROQUIS
La mañana
E!S
LA ARENA
se pasea en la playa empolvada de sol.
Brazos.
Piernas amputadas.
Cuerpos que se reintegran.
Cabezas flotantes de eaueho.
Altornearles
euerpos a las bañistas, las olas
alargan sus virutas sobre el aserrín de la playa.
¡
Todo
los
es oro y azul
La sombra de
los toldos.
Los ojos de
las chicas
que se inyectan novelas y horizontes. Mi
de zapatos de {joma, que
me hace rebotar sobre
la arena.
Por ochenta centavos,
venden
los cuerpos de las mujeres que se bañan.
los fotóg^rafosalegría,
!
Hay
!
kioscos que explotan la dramatieídad de la
rompiente. Sirvientas cluecas. Sifones irascibles,
con extracto de mar. Rocas con pechos algosos
de marinero y corazones pintados de esgrimista.
Bandadas de gaviotas, que fingen el vuelo destrozado de un pedazo blanco de papel.
¡
Y ante todo está
¡El mar!
el
mar!
ritmo de divagaciones.
¡
El mar!con
su baba y con su epilepsia.
¡
El mar
hasta gritar
¡
BASTA
como en
MAR DEL
el circo.
PLATA, OCTUBRE
1920.
NOCTURI^O
Frescor de
apoyar la frente en
la ventana. Luces trasnochadas que al apagarse
nos dejan todavía más solos. Telaraña que los
alambres tejen sobre las azoteas. Trote hueco
de los jamelgos que pasan y nos emocionan sin
los vidrios al...
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