Victimología - rol actual del ofendido en el proceso penal

ROL ACTUAL DEL OFENDIDO EN EL PROCESO PENAL*

Introducción

Consideramos que a partir de la casuística abordada en el CPV es posible trazar ciertas regularidades que pueden resultar representativas del rol que le toca ocupar, dentro del proceso penal, a quien se ha visto perjudicado por la conducta de un infractor de la ley penal.

Elegimos pensar el rol que le corresponde al ofendidodentro del proceso penal, pero no en cualquier proceso penal, sino en aquellos en que se pone en evidencia el arquetipo de los conflictos que conllevan muertes violentas o con sospechas de criminalidad.

El proceso penal como rutina

Tal como lo hemos adelantado, el presente ensayo tiene por objetivo señalar patrones que nos permitan aproximarnos al rol actual del ofendido, utilizando comoreferente el proceso penal que se desarrolla en torno a homicidios.

Dicho objetivo se posiciona como central por lo que supone el valor de la vida para la moral media, por el espacio que le dedican los cronistas policiales de los diversos medios de comunicación, por el impacto que ello tiene en el imaginario social, porque sobre los mismos se construyen las racionalizaciones de juristas y criminólogosal momento de legitimar el uso de la violencia estatal y habilitar el uso del poder punitivo, y por los condicionamientos que de allí emergen al momento de delinear la política criminal del Estado. Pero también, y fundamentalmente, porque creemos que este objetivo nos permite tener una idea del lugar que los operadores del sistema de justicia penal otorgan a los procesos que abordan este tipo deconflictos y con ello a quienes han resultado sus ofendidos. Lo cual nos da la posibilidad de obtener un parámetro para extrapolar dichas observaciones a los procesos que se desarrollan respecto de los otros conflictos que ocupan la labor de los mencionados operadores.

Pero el proceso penal que consideramos que puede brindarnos una aproximación al rol del ofendido, no será cualquier proceso porun homicidio, ni todas las etapas de aquel, sino la etapa investigativa realizada sobre aquellas muertes en las cuales no se acreditó la materialidad, no se determinó la autoría, o bien determinada que fue, el imputado se halla prófugo.

Con esto último, pretendemos indicar que los procesos que pueden aportar alguna pauta relevante y merecedora de ser destacada para referirnos a la función delofendido, son aquellos en cuya etapa instructoría el hecho criminoso no se encuentra acreditado, o el imputado no se halla vinculado legalmente al proceso.

Y dentro de estos, nos interesa señalar el rol del ofendido en los procesos penales en donde la actuación de las formas se manifiesta como hábito o rutina. O para decirlo de otro modo, el rol del ofendido en los -cada vez más numerosos-procesos penales transformados en mera práctica, donde prima la repetición: el “corto y pego”; el “como si”; el “más o menos”; el “está mal, pero siempre se hizo así”. Un proceso penal en el que la investigación -que es la que interesa- resulta un amontonamiento de papeles, carente de cualquier lógica; en el que no se tiene presente qué se debe acreditar, ni cómo hacerlo y menos aún por qué o para qué.En síntesis, un proceso penal carente de razón, cuando esta debería ser el parámetro; constituyéndose como tal la arbitrariedad, al calor de la cual el ejercicio del poder se hace incontrolable e inimaginable en sus posibilidades.

Por el contrario, entendemos que investigar un hecho criminal supone la pretensión de descubrir la verdad, de acceder a lo que desconocemos.

Ello implica ceñirla labor del investigador al ordenamiento jurídico vigente e impone un trabajo metódico y sistemático que permita sondear todas aquellas fuentes de las que razonablemente se pueda inferir que albergan algún elemento vinculado con el suceso que se desea reproducir. Lo que a la postre permitirá descartar o confirmar la posibilidad de obtener tales elementos y, en su caso, ponderación mediante,...