Vida privada

Vida privada y función pública
Publicado el 14 de Julio de 2008
Los medios deben respetar los ámbitos íntimos de los personajes públicos.
Algunos periodistas sostienen que quienes cumplen unafunción pública deben estar abiertos a que su vida privada sea esculcada y publicitada sin limitación alguna. Otros, por el contrario, sostienen que una cosa es la vida privada y otra la función pública.Estos dilemas me surgieron a propósito del intento de algunos medios de rastrear sin pudor en los hechos privados que vivieron los políticos y militares secuestrados por las Farc y liberadosrecientemente.
¿Prima el derecho a la información sobre el derecho a la intimidad? ¿Ejercer una función pública conlleva no poder gozar de intimidad? ¿La prensa debe alimentar la morbosidad de algunossectores de la opinión pública, con el argumento simple de que si esto quieren esto les damos (así sea basura amarillista)?
Desde mi perspectiva personal, la vida privada de quienes ejerzan funcionespúblicas -salvo que la conducta privada esté generando efectos negativos para la gestión pública o que los actos privados constituyan delitos- no debe bajo ninguna circunstancia ser divulgada.
Todosrecordamos el famoso artículo de Gabriel García Márquez con respecto a las relaciones peligrosas entre Bill Clinton y Mónica Lewinsky. Decía GGM que se trataba de un tema de incumbencia de la familia ("afin de cuentas, su drama personal es un asunto doméstico entre él y Hillary"), que debía en la intimidad resolver está embarazoso asunto, pero no una competencia ni de la justicia ni de la opiniónpública. El fiscal, Kenneth Starr, que parecía una resurrección de los inquisidores que quemaron a las brujas de Salem, y la morbosa prensa estadounidense, contando las intimidades más crudas de cadacaricia entre el ex presidente y la ex becaria, escribieron una página de infamia.
Los medios en Colombia tienen muchos defectos. Pero se han caracterizado por el respeto a la intimidad y la vida...