Volar sobre el pantano
VOLAR SOBRE
EL PANTANO
OS
S
D
VA
ER
S
ER
D
E
O
CH
RE
CONTENIDO
9
CAPÍTULO 1
Un árbol caído
CAPÍTULO 2
Ley de advertencia
17
CAPÍTULO 3
La soledad
27
CAPÍTULO 4
Corrupción gradual
33
CAPÍTULO 5
Asociados
43
CAPÍTULO 6
Zonas de atención
CAPÍTULO 7
CAPÍTULO 8
CAPÍTULO 9
CAPÍTULO 10ER
CAPÍTULOD
11
S
DO
Alcoholismo y cerrazón A
RV
E
Libertad interiorS
E
R
Violación
S
O
CH
Diferencias sexuales
E
Venganza
51
59
71
79
87
99
CAPÍTULO 12
Causa y efecto
111
CAPÍTULO 13
Careo amoroso
121
CAPÍTULO 14
Adopción
133
CAPÍTULO 15
Volar sobre el pantano
145
CAPÍTULO 16
¿Por qué me excluyeron?
155
CAPÍTULO 17Abuso a menores
165
CAPÍTULO 18
Alma
175
CAPÍTULO 19
El poder superior
183
EPÍLOGO
189
1
Un árbol caído
Lisbeth parecía desconcertada por la insistencia de su esposo. Dejó
el vaso de refresco sobre la mesa y miró a Zahid de forma transpaS
rente por unos segundos.
DO olvidar ese
—No te entiendo —le dijo—, habíamos A
acordado
RV
asunto.
E
La brisa del maralborotó su largo cabello.
ES
R
—Sí, amor, pero necesito S
saber más detalles sobre tu pasado.
O
—¡Conoces todos CH
los detalles! Te los he contado.
E
—Vuelve a hacerlo, por favor.
ER doloroso recordar.
—¿Para qué? Es
D
—Lisbeth, las pesadillas han vuelto. Son demasiado reales otra
vez... Sueño a mi hermana, Alma. La escucho gritar, llorar, suplicarme, y me despierto sudando, mirándolacomo si estuviera allí,
con su gesto solitario, ávido de afecto y ayuda...
—¿Dónde se encuentra?
—No lo sé, pero me escribió una carta.
—¿Cómo te localizó?
—Escribió a la empresa. De la capital me enviaron la correspondencia.
—Zahid, me asusta tu mirada. ¿Qué te pasa? ¿Tiene algo que ver
Alma conmigo?
—Sí. Es decir, no sé… Cuéntame por favor cómo superaste tu
problema de embarazo nodeseado. Quiero volver a escuchar la
historia. Necesito repasar lo que puede sentir una mujer rechazada,
en su más terrible soledad.
Un grupo de pelícanos volando en delta pasó sobre sus cabezas.
Lisbeth sabía que no tenía otra alternativa. Suspiró.
—Está bien.
Aquella noche, me estaba preparando para dormir cuando papá
entró a mi recámara. No tocó la puerta. Irrumpió como si se estuvieraquemando la casa.
—¡Tienes que venir conmigo! Vístete rápido. OS
D
Era una orden.
VA
R
—¿Qué ocurre?
SE
—No hagas preguntas.
RE
S
—Son las diez de la noche.
HO
—Apresúrate.
C
—Ya voy.
RE
DE
Terminé de vestirme con la primera ropa que encontré. Salí de
mi cuarto. Sin decir palabra, papá caminó decidido hacia afuera de
la casa. Lo seguí. En la puerta estaba mi madre retorciéndoselos
dedos. Pasamos junto a ella. Evadió mi mirada.
El automóvil se hallaba con el motor en marcha, la portezuela
abierta y las luces encendidas, como si acabara de llegar y hubiese
detenido el vehículo de paso sólo para recogerme.
—¿A dónde vamos?
No contestó. Tenía el rostro desencajado, la respiración alterada.
Manejó bruscamente, casi con enfado. Se dirigió al centro de la
ciudad.—¿Desde cuándo sales con Martín? —cuestionó.
—¿A dónde vamos, papá?
—Te hice una pregunta.
—Desde hace cuatro meses.
—¿Te ha dado a probar alguna sustancia?
—Papá, ¿qué te pasa?
De improviso viró a la derecha y se internó por una barriada oscura. Después de dar varias vueltas sin la más elemental precaución,
se detuvo justo frente a una pareja que se abrazaba. Detrás de ella
había varios jóvenesacomodados en la banqueta, compartiendo
alcohol y cigarrillos de marihuana.
—¿Lo ves? —mi padre se hallaba fuera de sí.
Negué con la cabeza.
—¿Qué quieres que vea?
—Observa bien.
S
Se encorvó para alcanzar una linterna que llevaba debajo del
DO de las muA
asiento y, cuando estaba tratando de encenderla, una
RV Mi padre la alumbró
chachas se levantó para acercarse a nosotros.
SE...
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