A La Sombre De Un Granado

Páginas: 357 (89233 palabras) Publicado: 15 de mayo de 2015
A l a s om br a de u n gr an ado

T ar iq Ali
Una novela de la España musulmana

Para Aisha,
Chengiz y Natasha
NOTA DEL AUTOR
En la España musulmana, como en el mundo árabe actual, se identificaba a
los niños por el nombre de su madre o de su padre, además de por aquel que recibían al
nacer.
En esta novela, Zuhayr bin Umar significa Zuhayr, hijo de Umar,
mientras que Asma bint Dorotea es Asma,hija de Dorotea. Bastaba el nombre paterno
para reconocer
públicamente a un hombre; así, Ibn Farid e Ibn Khaldun significan, respectivamente, hijo
de Farid o de Khaldun. Los musulmanes de esta novela usan sus propios apelativos para

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ciudades que ahora tienen nombres españoles, incluyendo los de varias poblaciones
fundadas por ellos mismos. Estos nombres, junto con algunas palabras árabescomunes,
se explican en el glosario al final de la obra.
PRÓLOGO
Los cinco caballeros cristianos convocados a los aposentos de Jiménez de Cisneros no recibieron con alegría la llamada nocturna. Su reacción no se debía a
que estuvieran pasando el invierno más frío que recordaban. Eran veteranos de
la Reconquista y las tropas que mandaban habían entrado triunfalmente en Gharnata
siete años antes, ocupandola ciudad en representación de Fernando e Isabel.
Ninguno de los cinco hombres pertenecía a la región. El mayor era hijo ilegítimo de
un fraile De Toledo; los demás eran castellanos y estaban ansiosos por regresar a su
tierra. Aunque eran todos buenos católicos, no les gustaba que nadie diera por sentada
su lealtad, ni siquiera el propio confesor de la reina. Sabían que este último se había
hechotrasladar desde Toledo, donde era arzobispo de la ciudad conquistada. Nadie
ignoraba que Cisneros era un instrumento de la reina Isabel y que su poder iba más allá
de las materias del espíritu. Los caballeros sabían perfectamente cómo reaccionaría la
corte si desafiaban su autoridad.
Los cinco hombres, envueltos en capas, pero todavía temblorosos de frío, fueron
conducidos
a la alcoba deCisneros. Sorprendidos por la austeridad del mobiliario, intercambiaron
miradas de asombro.
Parecía inaudito que un príncipe dela Iglesia se alojara en unos aposentos más
apropiados para un monje fanático; no estaban acostumbrados a ver prelados que
vivieran de acuerdo con sus prédicas. Cisneros alzó la vista y sonrió. La voz que les dio
las instrucciones no tenía visos de autoritarismo y los caballerosse sorprendieron. El
hombre de Toledo se dirigió
a sus compañeros con un susurro audible:
-Isabel ha entregado las llaves del palomar a un gato.
Cisneros prefirió ignorar aquel alarde de insolencia, y se limitó a alzar el tono
de voz:
-Quiero aclarar que no estoy interesado en cumplir ninguna venganza personal. Les hablo con el poder que me confieren la Iglesia y la corona.
Aunque eso no era deltodo cierto, los soldados no acostumbraban cuestionar
a la autoridad. Una vez convencido de que habían entendido a la perfección sus
instrucciones, el arzobispo despidió a los caballeros. Había querido dejar claro
que la capucha monacal estaba por encima de la espada. Una semana después, el
primer día de diciembre de 1499, los soldados cristianos, mandados por los cinco
caballeros, penetraron en lasciento noventa y cinco bibliotecas de la ciudad y en
la docena de mansiones donde se albergaban las colecciones privadas más famosas
y confiscaron todas las obras escritas en árabe.
El día antes, eruditos al servicio de la Iglesia habían convencido a Cisneros
de que eximiera del edicto a trescientos manuscritos. El arzobispo había accedido
con la condición de que éstos se guardaran en labiblioteca que planeaba erigir
en Alcalá. La mayoría de esos manuscritos eran manuales árabes de medicina y
astronomía, que reseñaban los principales avances en estas y otras ciencias afines
desde la antiguedad. Contenían gran parte del material que había viajado desde
la península de al-Andalus y desde Sicilia hacia el resto de Europa, preparando
el camino para el Renacimiento.
Hombres uniformados...
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