Anonimo Popol Vuh
www.formarse.com.ar
www.formarse.com.ar
POPOLVUH
O
LIBRO DEL CONCEJO
DE LOS INDIOS QUICHÉS
2
3
www.formarse.com.ar
www.formarse.com.ar
Traducción de la versión francesa del profesor Georges Raynaud,
director de estudios sobre las religiones de la América Precolombina, en la Escuela de Altos Estudios de París,
por los alumnos titulares de la misma
MIGUEL ÁNGEL ASTURIAS y J. M. GONZÁLEZ DE MENDOZA
BREVE NOTICIA
El
PopolVuh,
que puede traducirse
Popol,
comunidad, consejo, y
Vuh,
libro, Libro del Consejo o Libro de la
Comunidad, fue pintado. Lo dice el texto: “Este libro es el primer libro pintado antaño”. ¿El primer libro? ¿Querrá
significarse con esto el más importante, algo así como la Biblia? “Pero su faz está oculta”, sigue el texto. ¿Oculta,
por qué? ¿Fue destruido? ¿Fue quemado? ¿Se consumió en la ciudad de Utatlán, entregada a las llamas,
reducida a cenizas por el Conquistador? “Su faz está oculta al que ve”, añade el texto, lo que mueve a pensar que no está oculta para el que, sin ver, conserva dicha faz en la memoria y la transmite oralmente.
Originalmente, el
PopolVuh
fue pintura, memoria, palabra, y en esta forma de tradición oral se conserva hasta
mediados del siglo XVI
,
época en que vuelve a ser escrito, por un indígena, antiguo sacerdote quizá, en lengua
quiché, con caracteres latinos. Este manuscrito, que constituye el verdadero original del
PopolVuh,
llega a manos
de Fr. Francisco Ximénez, cura párroco de Santo Tomás Chuilá, población guatemalteca llamada actualmente
Chichicastenango, a principios del siglo XVIII.
Por eso se conoce el
PopolVuh
con el nombre de “Manuscrito de
Chichicastenango”.
Descubrirlo el Padre Ximénez, varón versadísimo en lenguas indígenas, y entregarse a su estudio y traducción
del quiché al castellano, todo es uno. Pero el perilustre dominico no se contenta con traducir el
PopolVuh.
Para
dar testimonio incuestionable de la autenticidad del texto y curarse en salud ante las autoridades religiosas, tal
similitud hay entre el Génesis indígena y algunos pasajes de la Biblia, hace algo que la posteridad jamás le pagará bastante: al par de su versión castellana, en columna paralela, copia del texto quiché, es decir, que no sólo nos
lega su traducción, sino la transcripción del texto indígena.
El Padre Ximénez realiza dos versiones. Una primera literal, que no le satisface, y una segunda, más cuidada,
que incluye en el primer tomo de la “Crónica de la Provincia de Chiapa y Guatemala”, obra monumental que del
archivo de los dominicos pasa en 1854
—
con otros documentos del Padre Ximénez—, a la Biblioteca de la
Universidad de San Carlos Borromeo. A partir de ese momento el libro sagrado de los quichés va a ser traducido a
otras lenguas. El Dr. Carl Scherzer copia el texto en la Biblioteca de la Universidad de Carolina, y traducido al
alemán lo publica en Viena, en 1857, bajo el título de “Las historias del origen de los indios de esta Provincia de
Guatemala”. El abate Carlos Esteban Brasseur de Bourbourg llega a Guatemala, desde Francia, atraído por la luz
de ese manuscrito prodigioso, se afinca en el país, estudia y profundiza la lengua quiché y traduce el
PopolVuh
al
francés, versión que publica en París, en 1891, con el título de “PopolVuh, le livre sacre et les mythes de
l”antiquité américaine”.
Varias otras traducciones se han hecho desde entonces, y se han publicado algo más de treinta y dos
volúmenes, en todas las lenguas, interés que crece de día en día por tratarse de uno de los documentos
2
3
...
Regístrate para leer el documento completo.