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D E H I S T O R I A 35
DEPARTAMENTO DE CIENCIAS HISTÓRICAS
UNIVERSIDAD DE CHILE DICIEMBRE 2011: 153 - 166
CHARCAS Y EL MAR: ¿SECUELA TERMINAL?
José Miguel Barros *
RESUMEN: Este trabajo es una réplica al artículo “En torno al mar de
Bolivia” de don Sergio Villalobos (Cuadernos de Historia Nº 32, 2009).
Básicamente, su objetivo es precisar el alcance de la polémica producida
respectode la jurisdicción de Charcas en la época colonial. Al mismo
tiempo, se impugnan descalificaciones personales emitidas por el profesor
Villalobos.
PALABRAS CLAVE: fronteras territoriales, Charcas, Bolivia, Chile, Perú,
desierto de Atacama.
CHARCAS AND THE SEA: ¿A FINAL SEQUEL?
ABSTRACT: This is a reply to the article “Around the sea of Bolivia” by
Mr. Sergio Villalobos (“Cuadernos de Historia” 32,2009). Basically, its
purpose is to specify the scope of the debate arisen about the jurisdiction
of Charcas during Spanish colonial times. Furthermore, its author rejects
some personal disqualifications emitted by professor Villalobos.
KEY WORDS: Territorial boundaries, Charcas, Bolivia, Chile, Perú,
Atacama desert.
Recibido: mayo 2011
Aceptado: julio 2011
Licenciado en Ciencias Jurídicas ySociales en la Universidad de Chile. Miembro de
número y actual Presidente de la Academia Chilena de la Historia; correspondiente de la Real
Española. Miembro correspondiente de la Academia de Historia Naval y Marítima de Chile.
Correo electrónico: acchhist@tie.cl
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CUADERNOS DE HISTORIA 35 / 2011
Estudios
Observacionespreliminares
C
on el título de “En torno al mar de Bolivia”, en el número 32 de esta revista,
el profesor don Sergio Villalobos ha replicado a mi artículo “Charcas y el
mar”, aparecido en el número 30 de la misma.
Debo decir, inicialmente, que el maestro parece haber perdido de vista que
nuestra divergencia versa exclusivamente sobre un sencillo punto: si en la época
colonial la Audiencia de Charcastuvo o no tuvo mar. O, dicho en términos
más precisos, si dicha Audiencia era o no era ribereña del Océano Pacífico.
Complicado, al parecer, por la feble posición que ha asumido en el sentido de
que Charcas careció de costas oceánicas, apela a toda clase de recursos para
tratar de convencer de que tiene la razón. Para ello, no vacila en recurrir a datos
erróneos o incompletos, a referenciasinconexas con el tema central y, como le
es usual, a un sartal de descalificaciones de este contradictor.
Por lo que me concierne, evitaré seguir tales aguas, guiado por mi voluntad
de no imitar su hábito dialéctico en esta polémica en la cual me he esforzado
por mantenerme respetuosamente en el nivel que cuadra a la Universidad de
Chile. Eludiendo explicables tentaciones, continuaré asilándome en laverdad
histórica y en las numerosas fuentes documentales que he citado.
Antes de entrar al fondo del asunto y a fin de que nuestros lectores capten
mejor las dificultades que enfrento, resumiré las descalificaciones personales de
que, al igual que en anteriores ocasiones, me hace objeto el profesor Villalobos.
Para comenzar, en busca de material para desvalorizarme, recurrió a la tesis
sobre elincidente del “Baltimore” que escribí a mediados del siglo pasado al
concluir mis estudios de Derecho y que fue generosamente calificada por los
profesores informantes1. Como, al parecer, no halló en ella nada reprochable,
apeló a un artículo mío de 1963, complementario de esa tesis, en el cual
revelé una documentación diplomática totalmente desconocida que dejaba
en evidencia la doble posición queasumió el Canciller argentino Estanislao
Zeballos en los difíciles momentos que vivía Chile frente a Estados Unidos a
comienzos de 18922.
En el artículo que aquí analizo, él ha expresado su certeza de que “habría
que complementar o enmendar varias páginas” de lo que escribí entonces. (Con
ello, entre otras reflexiones, me dejó con una gran curiosidad acerca de cuáles
José Miguel Barros Franco, El...
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