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CAPÍTULO I
DE LAS VARIAS CLASES DE PRINCIPADOS Y DEL MODO DE ADQUIRIRLO
Existen dos tipos de principados uno de ellos son los hereditados que son aquellos de nacimiento y los nuevos que son aquellos que luchan para adquirir tal puesto.
CAPÍTULO II
DE LOS PRINCIPADOS HEREDITARIOS
Por costumbre en los reinos se ven a familias que heredan sus tronos a sushereditados que son sus hijos de nacimiento, los cuales se convierten en las autoridades de los pueblos.
CAPÍTULO III
DE LOS PRINCIPADOS MIXTOS
Grandes dificultades en este régimen político, consiste en que los hombres aficionados a mudar de señor, con la loca y errada idea de esperanza y de mejorar se arman de valor en contra de sus gobernantes para hacer un cambio de este mismo con lo que creenmejorara su forma de vida.
CAPÍTULO IV
POR QUÉ, OCUPADO EL REINO DE DARÍO POR ALEJANDRO, NO SE REBELÓ CONTRA SUS SUCESORES DESPUÉS DE SU MUERTE
Considerando las dificultades que se ofrecen para conservar un Estado recientemente adquirido, podría preguntarse con asombro cómo sucedió que hecho Alejandro Magno dueño de Egipto y del Asia Menor en un corto número de años, y habiendo muerto a poco de haberconquistado esos territorios sus sucesores, en unas circunstancias en que parecía natural que todo aquel Estado se revelase, lo conservaron, sin embargo, y no hallaron al respecto más obstáculo que el que su ambición individual ocasionó entre ellos. De dos modos son gobernados los principados conocidos. El primero consiste en serlo por su príncipe asistido de otros individuos que, permaneciendosiempre como súbditos humildes al lado suyo, El segundo modo como se gobierna se compone de un príncipe, asistido de barones, que encuentran su puesto en el Estado, no por la gracia o por la concesión del soberano, sino por la antigüedad de su familia.
CAPÍTULO V
DE QUÉ MANERA DEBEN GOBERNARSE LOS ESTADOS QUE, ANTES DE OCUPADOS POR UN NUEVO PRÍNCIPE, SE REGÍAN POR LEYES PROPIAS
Cuando elpríncipe quiere conservar aquellos Estados que estaban habituados a vivir con su legislación propia y en régimen de república, es preciso que abrace una de estas tres resoluciones: o arruinarlos, o ir a vivir en ellos. El que se hace señor de una ciudad acostumbrada a vivir libremente, y no descompone su régimen político, debe contar con ser derrocado por ella, a la postre. Para justificar tal ciudadsu rebelión invocará su libertad y sus antiguas leyes, cuyo hábito no podrán hacerle perder nunca el tiempo y los beneficios del conquistador.
CAPITULO VI
DE LOS PRINCIPADOS QUE SE ADQUIEREN POR EL VALOR PERSONAL Y CON LAS ARMAS PROPIAS
En esta parte les conviene seguir el ejemplo de los ballesteros advertidos, que, viendo su blanco muy distante para la fuerza de su arco, apuntan mucho másarriba que el objeto que tienen en mira, no para que su vigor y sus flechas alcancen a un punto dado en tal altura, sino a fin de, asestando así, llegar en línea parabólica a su verdadera meta. Lo cual digo porque en los principados que son nuevos en todo y cuyo soberano es, por ende, completamente nuevo también, hay más o menos dificultad en conservarlos, según que el que lo adquiere es más omenos valeroso.
Los que llegan a ser príncipes por esos medios no adquieren su soberanía sin trabajo, pero la conservan fácilmente, y las dificultades con que tropiezan al conseguirla provienen en gran parte de las nuevas leyes y de las nuevas instituciones que se ven obligados a introducir,
CAPITULO VII
DE LOS PRINCIPADOS NUEVOS QUE SE ADQUIEREN POR LA FORTUNA Y CON LAS ARMAS AJENAS
Esospríncipes no consiguieron su Estado más que de uno u otro de estos dos modos: o comprándolo o haciéndoselo dar por favor. Ejemplos de ambos casos ofrecieron entre los griegos, muchos príncipes nombrados para las ciudades de la Iona y del Helesponto, Semejantes príncipes no se apoyan en más fundamento que en la voluntad o en la suerte de los hombres que los exaltaron.
CAPÍTULO VIII
DE LOS QUE...
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