Dialnet ElConceptoDeLoImpolitico 2580644
El concepto de lo impolítico
Javier de la Higuera
Sobre Esposito, R., Communitas. Origine et destin de la communauté (precedido
de Conloquium, de J.-L. Nancy), P.U.F./Collège International de Philosophie,
Paris, 2000. [*]
1. La obra de Roberto Esposito, profesor de historia de las doctrinas
políticas y de filosofía moral en la Universidad de Nápoles, pertenece, como el
mismoJean-Luc Nancy apunta en el prefacio, a un trabajo en curso sobre la
cuestión de la comunidad o del “ser-en-común”, desarrollado desde los años
ochenta en Francia sobre todo en el marco de un replanteamiento de la política
que tenía como presupuesto metodológico paradójicamente una “retirada de lo
político” con la intención de evitar la evidencia cegadora que la política parece
haber adquirido enlos cauces filosóficos predominantes, de modo que fuera
posible un pensamiento más radical de ésta. Expresión institucional de ese trabajo
es la creación por Nancy y Lacoue-Labarthe, en 1980, bajo el patrocinio de Derrida
y Althusser, del Centro de investigaciones filosóficas sobre lo político [1]. Se trata
de una retirada del espacio llamado “político” hacia el terreno ontológico. A ese
mismodesplazamiento pertenecen los trabajos de Nancy sobre la comunidad, en
diálogo sobre todo con Bataille y Blanchot, en que la cuestión del ser de la
comunidad se convierte en la cuestión misma del ser [2].
En esta obra, al igual que en otras anteriores [3], Esposito pretende
ubicarse en un espacio que corre en los márgenes de la historia y de la filosofía,
para definir un “pensamiento” desplazado conrespecto a la filosofía política. Para
el autor italiano, ésta es incapaz de pensar lo político a causa de su propia forma,
definida por su intento de dar respuesta a los problemas de la política desde una
pretensión fundadora que le lleva a querer sentar sus mismas bases. El resultado
de esta pretensión es la negación misma de la realidad conflictiva, de la facticidad
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Nº 2, marzo de 2008de lo político. De ahí que haya una “proporcionalidad directa” entre la filosofía
política y el agotamiento de la política, ecuación en la que Esposito sigue el
diagnóstico de C. Schmitt (El concepto de lo político). Frente a la filosofía política,
Esposito reclama un enfoque problematizador que sigue las líneas de
“desconstrucción interna” o de “autoproblematización” que constituyen su
impensado[4]. El rendimiento de este enfoque es el cuestionamiento de la
interpretación ética (valorativa) de la política (en particular la crítica a la idea de
democracia como valor o esencia, que corre el riesgo de tranformarla en tiranía
totalitaria, frente a la cual, Esposito defiende la democracia como forma definida
por su “inesencialidad técnica”, democracia “sin mito” y sin sustancia, espacio delibertad inesencial) y la apertura de la “perspectiva de lo impolítico”. Con esta
categoría de “lo impolítico”, Esposito no designa lo contrario de la política, ni la
negación del ámbito de lo público o de lo común, sino algo que concierne a la
radicalidad de su existencia: el hecho de que el espacio político es irreductible a la
negatividad dialéctica y se caracteriza más bien por lo que Batailleha llamado una
“negatividad sin empleo”, una negatividad que no produce y que no se traduce en
obra, irreductible a la dimensión subjetiva del proyecto. Lo impolítico es el
vaciamiento del espacio político de cualquier sustancia y el hecho de su finitud
radical. El referente es el Bataille que teoriza la noción de gasto, pero también el
Heidegger que retrotrae la política al plano de la ontología(“la polis no se deja
determinar políticamente”).
En esta perspectiva de lo impolítico aborda Esposito la cuestión de la
comunidad intentando evitar la distorsión a la que ésta se ha visto sometida por el
lenguaje metafísico moderno, y su semántica de lo propio y de lo sustancial
(subjetivo), introductores de un conjunto de presupuestos no reflexionados que
producen un auténtico “impensado de la...
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