Dialnet LaTraduccionDelEpodoIIDeHoracioBeatusIlle 199708

Páginas: 22 (5477 palabras) Publicado: 6 de mayo de 2015
Hermēneus. Revista de Traducción e Interpretación

Núm. 1 - Año 1999

LATRADUCCIÓN DEL EPODO II DE HORACIO (BEATUS ILLE)

Esteban TORRE
Universidad de Sevilla

La traducción de la poesía, en especial si nos referimos a su manifestación más
genuina, esto es, el verso, ha logrado conformar una rara unanimidad de criterios por
parte de los tratadistas: todos están de acuerdo en que la adecuadatraducción -en
verso- de un poema es una empresa ciertamente quimérica1.
La traducción, para ser fiel, tendría que resignarse a ser en todo momento algo
de menor calidad, una sombra, un remedo, un mero sucedáneo del auténtico “texto”,
cuya intangible unicidad quedaría así celosamente salvaguardada. En el caso concreto
de los textos latinos, se ha podido escribir que se encuentran separados denosotros,
además, “por milenios de tiempo, que vale como decir, de pensamiento y
comportamiento”2. Son textos que pertenecen a una lengua en la que “el poeta emplea
diez términos diferentes para decir barco, algo así como trabs, prora, pinus, ratis,
nauis, lignum, carina, etc.”3. El problema de la traducción sería, así pues, teóricamente
insoluble. Y esto sin tener en cuenta las cuestiones de métrica, deritmo, de eufonía.
No obstante, en la práctica, las traducciones, las adecuadas traducciones -“bellas”
y “fieles” al mismo tiempo-, existen. Un ejemplo muy ilustrativo, perennemente
aleccionador, es la traducción del Epodo II de Horacio, cuyo comienzo (Beatus, o
Beatus ille) dio título a la famosa versión poética de Fray Luis de León. Creo que
puede ser de utilidad para el lector interesado en laliteratura, y en los avatares de su
traducción, el ofrecer aquí los textos -el original latino y algunas versiones españolasque faciliten su estudio comparativo.

1 Me he ocupado por extenso de estos extremos en el libro Teoría de la traducción literaria, Madrid,
Síntesis, 1994; en especial, en el capítulo 5, "La traducción del verso", págs. 159-207.
2 B. Segura: "El ser de la traducción", en M.Rodríguez-Pantoja (ed.): La traducción de textos latinos:
Cinco estudios, Córdoba, Universidad, 1998, pág. 14.
3 Ibíd., pág. 18.

-1-

Hermēneus. Revista de Traducción e Interpretación

Núm. 1 - Año 1999

Es bien sabido cómo el Epodo II de Horacio, redactado hacia el año 37 a.C.4, es el
más claro exponente de la exaltación de la vida del campo frente a la de la ciudad,
presentando una cumplida“alabanza de aldea” que constituye una descripción idílica
de las actividades del campesino. Pero, al mismo tiempo, mediante una pincelada
irónica en los versos finales, viene a ser también una recia censura contra la actitud
vital de aquellos hombres que nunca están contentos con su suerte. No hay que olvidar
que la mempsimoiría, la “queja contra el destino”, es efectivamente uno de los temas
centralesen la obra de Horacio.
“Dichoso aquél -nos dice- que, lejos de los negocios, de los préstamos, de los
intereses monetarios, labra con sus propios bueyes el campo que cultivaban sus
padres”. Al campesino no le despierta, como al soldado, el toque de la trompeta; ni le
aterran, como al comerciante, las tormentas que puedan hacer zozobrar sus naves.
Nada tiene que ver con los afanes de la vidapública, ni con los compromisos de la
ciudad. Vive feliz, dedicado a las tareas agrícolas, a la caza y a las delicias de un
paraje encantador: “Le gusta descansar bajo una vieja encina, o sobre el tupido
césped, mientras se deslizan las aguas por sus cauces profundos, los pájaros se quejan
en los bosques y las fuentes murmuran en sus manantiales, invitando a una leve
somnolencia”5.
A las cuitas delamor, desordenado y apremiante, se oponen los atentos cuidados
de una mujer pudorosa, pudica mulier. Los manjares más exquisitos y exóticos -ostras,
escaros, rodaballos, la gallina africana, el francolín de Jonia- son ampliamente
superados por una sencilla comida casera, elaborada con productos de la granja,
donde no faltarán ni la leche recién ordeñada, ni el buen vino del año, ni las sabrosas...
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