Ecos de la marsellesa
Con motivo del bicentenario de la Revolución Francesa (1989) se publicaron muchoslibros sobre tal evento histórico. Lo más importante de todo esto en los últimos años según Hobsbawm es el revisionismo histórico sobre el significado, alcance y repercusión de la Revolución Francesa. Hobsbawm afirma que la nueva literatura sobre la Revolución francesa, especialmente en su país de origen, es extraordinariamente sesgada. La combinación de la ideología, la moda y el poder de losmedios publicitarios permitió que el bicentenario estuviera ampliamente dominado por quienes, para decirlo simplemente, no gustan de la Revolución francesa y su herencia.» (pág. 9.) Así pues, «El presente ensayo es una defensa, así como una explicación de la vieja tradición.» (pág. 11.) La vieja tradición es la que habla de una revolución burguesa que instaura el Estado de derecho, las libertadespúblicas y civiles y la nueva sociedad contemporánea burguesa y que además considera tales novedades como altamente positivas y por ende la Revolución misma que las dio a luz.
La historiografía en modo alguno es una disciplina exenta de valoraciones políticas, ideológicas y axiológicas. Es un campo de batalla político. Esto deriva en el caso de la Revolución Francesa, de que «lo que la gente haleído sobre la Revolución francesa durante los doscientos años transcurridos desde 1789 ha variado enormemente, sobre todo por razones políticas e ideológicas.» (pág. 18.) Pensar es pensar contra alguien y el adversario político de Hobsbawm en el terreno de la historiografía sobre la Revolución Francesa no es otro que el revisionismo.
El revisionismo histórico de la Revolución Francesa empezó con lamisma Revolución. Se trata de la escuela reaccionaria. Edmund Burke, Joseph de Maistre, Bonald, F. L. Von der Marwitz, Gentz, Chateaubriand, Hardenberg, Adam Muller, K. L. Von Haller, F. J. Stahl son los nombres más representativos de la escuela de pensamiento reaccionario surgido frente a la Revolución. El revisionismo histórico sostiene que no fue para tanto y que los mismos efectos se hubieranproducido por una evolución del Antiguo Régimen sin tanta catástrofe histórica. «La moderna opinión revisionista que sostiene que la Revolución francesa fue en cierto sentido «innecesaria», es decir, que la Francia del siglo XIX habría sido muy parecida a como fue, aunque la Revolución no hubiese tenido lugar, es el tipo de proposición no basada en hechos que resulta tan poco demostrable comoplausible.» (pág. 47.) Además, Hobsbawm arguye a favor de su tesis acerca de la gran trascendencia histórica de la Revolución que los hombres que vivieron la Revolución la consideraban como un acontecimiento histórico decisivo en la Historia Universal. Además, consideraban que la Francia contemporánea era un resultado necesario de la Revolución. «Ante tales aseveraciones en boca de hombres que al fin yal cabo estaban describiendo la sociedad donde vivían es difícil comprender las opiniones contemporáneas que afirman que la Revolución fue «ineficaz en su resultado», por no mencionar a los historiadores revisionistas que mantienen que «al final la Revolución benefició a la misma élite terrateniente que la había empezado». (pág. 135.) En el fondo, Hobsbawm considera el revisionismo como el efectopolítico en la historiografía del conservadurismo y de la escuela reaccionaria que surgió apenas tuvo lugar la Revolución. «Los únicos que siguen atacando a 1789 son los anticuados conservadores franceses y los herederos de esa derecha que siempre se ha definido a sí misma a partir del rechazo de todo aquello que defendió la Ilustración.» (pág. 138.)
«El período de la revolución radical de...
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