El Ruso
Entre las viejas tumbas del cementerio de El Progreso, existe una plancha marmórea clavada en el suelo con la inscripción: TEODORO ZHEN la curiosidad indujo adescubrir que se trataba de un raro personaje a quien llamaban EL RUSO.
-Quién era El Ruso...?
Algo había leído respecto tiempo atrás.
Quizá en alguna historia fantasiosa o algúncuento o leyenda de Galápagos. Aprovechando encontrarme en el lugar de los acontecimientos, traté averiguar a los moradores.
Cada cual supo informar conforme a su apreciación ofantasía. En todo caso, nos hallamos a la leyenda siguiente.
Hace muchos años apareció un personaje de piel roja y contextura gigantesca. Los habitantes de la isla,acostumbrados a la presencia de extranjeros, no dieron mayor importancia. Su cabellera esparcida sobre los hombros semidesnudos, su barba larga y abundante que le cubría el pecho y laprofundidad de sus ojos azules y encendidos daba la impresión de algún extraviado personaje del reino de los patriarcas.
En su caminar había un aire de aristocracia evocadorade origen nobiliario. Pausado, meditabundo, distraído, iba y venía de la montaña de Cerro Azul. Los moradores del sector lo veían indiferentes a pesar de un halo de curiosidady de misterio que dejaba tras de si.
Por aquel tiempo aún existía la antigua tienda que cobraba deudas de los esclavos del Chatam.
El tiempo monetario con el que funcionabala abacería, no obstante prohibiciones seguía siendo el de papel, cobre o suela que regía desde tiempos del antiguo dueño de la hacienda El Progreso.
Para los extranjeroshabía trato distinto en que estaba incluido nuestro personaje. Pues lo creían rico a juzgar por la bolsa de cuero que llevaba pendiente al pecho y cubierta por la barba.
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