Graduado
El autor de este articulo es Juan Sisinio Pérez Garzón, este articulo titulado como ¿Por qué enseñamos geografía e historia? ¿Es tarea educativa la construcción de identidades?, fue publicado en la Revista Interuniversitaria Historia de la Educación, en la edición número 27 del año2008.
Este artículo tiene una estructura dividida en 5 fragmentos o apartados en los que explica la evolución de la geografía e historia como asignaturas y ciencias sociales y la construcción de identidades, abarca desde el siglo XIX hasta practicamente la actualidad siglo XXI, cuya temática es histórica. La intención del autor es exponer la utilidad de las ciencias sociales de geografía ehistoria a lo largo de los siglos tanto como asignaturas y como instrumento de construccion de identidades.
Desde siempre se ha escrito mucho sobre el papel y la influencia de las ciencias sociales de la geografía y la historia. Es curiosa la preocupación de los gobiernos sobre que se explica en las asignaturas de geografía e historia más que por otras asignaturas como matemáticas, esto es porque lahistoria y la geografía has servido para configurar comportamientos nacionales entre las personas y para fundamentar una identidad que se pretende a la vez como europea y cristinana. Para que sea util en la convivencia democrática e intercultural la geografía e historia deben abandonar las posturas intencionalistas y teológicas y poder captar la relación continua entre lo local, lo nacional y lointernacional y comprender y situarse en el lugar del “otro”. Por eso la importancia de la historia como ciencia del cambio social y de la geografía como de los distintos y cambiantes espacios humanos.
Los soportes de la identidad social:La identidad social se constituyen por factores incuestionables, pero dichos factores no dicen nada si no se consideran los condicionantes de vida construidos porpersonas y colectivos desde las relaciones sociales en todas sus dimensiones.Los sentimientos y elementos de identidad se vertebran desde las relaciones y condiciones sociales existentes en cada época y tambien desde el apego a los espacios donde se desarrollan las relaciones sociales y vivencias. Un joven español tiene más elementos comunes con un joven de otra nacionalidad que con un antiguohidalgo del siglo XVI. No hay nada de extraño que la historia y la geografía se hayan desarrollado como materias no solo afines si no sobrepuesta una sobre la otra para definir y perfilar identidades. Pero al organizarse la historia y la geografia como saberes en el siglo XIX estaría bien que se replantearse, en el siglo XIX, el poder de nombrar y de situar las cosas y las personas en las nuevas líneasque se entrecruzan en unas identidades sometidas a la deslizante realidad de una sociedad global a la vez que local. Hay tres cuestiones que ajitan con urgencia a los docentes de España: en primer lugar como nombran y donde situan a los inmigrantes, en segundo lugar como constituir una identidad multicultural, de tolerancia y pluralidad y en tercer lugar como abordar la renovación de lasasignaturas de geografía e historia para perfilar lo que se cataloga bajo el epígrafe de España, por las aspiraciones identitarias de las distintas Comunidades Autónomas que la integran, y por la construcción supranacional de Europa y por la eclosión de organizaciones supranacionales.
La organización de la historia y la geografía como saberes nacionales: en este apartado el autor nos ilustra de cómo lasdisciplinas de la geografía y la historia han ido evolucionando entre los siglos XIX y XXI , de cómo más que saber el rango jerárquico entre los saberes, debemos plantearnos quien decide los conocimientos con más valor. Nos señala de cómo el oficio de historiador y de geógrafo se conjugan tres dimensiones. La primera, la que conecta el saber social con la conciencia y exigencia de cada sociedad,...
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