Historia
Dr. Jorge González Hernández
Desde épocas remotas, el hombre ha intentado dilucidar los mecanismos que subyacen a los procesos mentales y conductas humanas. Inicialmente con explicaciones de tipo mítico-religiosas y posteriormente en base a la observación y ordenamiento racional de los fenómenos.
Los antiguos egipcios pensaban que el pensamiento seasentaba en el corazón y el diafragma, creencia explicable por el hecho de que en la muerte ocurren dos fenómenos evidentes: la inconciencia y el paro cardiorespiratorio. Por lo tanto, no es difícil concluir de esta simple observación que la conciencia y el pensamiento están relacionados con el corazón y el diafragma.
En el siglo V aC, el griego Alcmeón, discípulo de Pitágoras, basado en susobservaciones clínicas y patológicas, propuso que el responsable de las sensaciones y del pensamiento era el cerebro. Cada sensación tendría una localización particular en el cerebro. Bien podríamos decir que fue el primer neurólogo de la historia.
Hipócrates, en el mismo siglo, planteaban que el cerebro, además de ser sede de la inteligencia, regulaba las emociones y era el asiento de algunasenfermedades que afectaban la mente.
Es notable el cambio de paradigma epistemológico hipocrático, en el sentido de que la razón necesariamente debe validarse con la observación.
Durante muchos siglos se consideró prácticamente una herejía el intentar explicar los fenómenos mentales en términos materiales o mecánicos. El filósofo francés René Descartes (1596-1650) logra sortear este problemateológico separando el universo en mental (res cogitans) y material (res extensa). La res extensa se comporta según las leyes de la mecánica y es, por tanto, objeto de la ciencia. La res cogitans carece de sustancia física, no obedece a ninguna ley natural y se puede conocer a través de la instrospección u otros medios espirituales. Esta distinción, aunque ambigua, permitió a los investigadores estudiarmecánicamente el cuerpo humano, dejando el tema de la mente a los psicólogos y religiosos, herencia que arrastramos, en algún grado, hasta nuestros días.
Descartes resolvió el problema de la relación mente-cuerpo a través de un modelo, según el cual, la estimulación de los nervios periféricos causaba la liberación del espíritu animal en los ventrículos, los cuales, a su vez, estimulaban los nervioseferentes y músculos generando las conductas automáticas. En el caso de las conductas inteligentes, este circuito era modulado por el alma a través de la glándula pineal. La pineal fue elegida por ser una glándula impar, de localización central y rodeada de líquido cefalorraquideo. La frontera que separa las conductas inteligentes (mediadas por el alma) y las automáticas (de explicación mecánica)no quedó claramente establecida.
Con el correr de los años se perfeccionaron los métodos de disección anatómica, lo que permitió realizar observaciones clínico-patológicas. En este sentido destacan:
Franz Josef Gall (neuroanatomista vienés, 1758-1828), famoso por su teoría general de la localización cerebral, conocida actualmente como frenología. Ella consiste en el estudio de la correlaciónentre las características de la superficie del cráneo y las facultades de la persona. En base a estos estudios, Gall identificó veintisiete facultades humanas básicas y las asoció a centros cerebrales particulares, cuyo grado de desarrollo podía inferirse de la palpación externa de la cabeza (craneoscopía). A pesar de que, con el tiempo, esta teoría no encontró una sustentación consistente, elestablecer una relación entre regiones discretas de la corteza cerebral y funciones cognitivas específicas, constituyó un impulso a la investigación científica del comportamiento y un argumento más a las teorías localizacionistas. Además Gall fue un gran neuroanatomista y, en base a sus investigaciones, se determinó la continuidad de la corteza cerebral y la proyección de los haces de sustancia...
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