las mil y una noches
Por donde únicamente se presentan a seraprehendidas y reducidas a una fórmula es por el lado de lo árabe, de lo islámico, en relación con el Corán y la historia religiosa y política de ese pueblo. Ahí es donde presentan un frente relativamente compacto y único, orientado hacia la alquibla sagrada de Meca, a la que apuntan todas las avanzadas y vértices de su barroca arquitectura. Sobre ese fondo islámico es sobre el que se asienta y afirmaeste castillo en el aire. El Islam es lo único sólido en el libro, y todo lo demás que forma su atmósfera es idolatría y fábula.
En su forma actual, Las mil y una noches redactadas por escritores árabes son un libro árabe y, precisando más, una epopeya, nacional o racial, de esas gentes morenas y apasionadas.
Aun admitiendo la existencia de ese hipotético Hasar Afsanah, del que en todo casosolo queda el título, fueron los árabes los que escribieron el libro que, por ese hecho decisivo, pasó a ser plenamente suyo.
Sobre el pie forzado del argumento inicial, los rapsodas árabes compusieron una obra de mucho más alcance, que rebasaba los límites estrechos del marco primitivo y llenaba del amplio soplo del desierto, de su respiración de infinito, esas veladas literarias de una cortepersa.
Suele darse como plan primitivo del libro el de contar la historia de las desgracias conyugales del rey Schahriar y su hermano, y la misoginia en que estos, por efecto de ellas, vienen a caer; pero ese argumento tratado como está en la actual forma del libro, con un sentido del humor filosófico que hace pensar en los cuentos de Boccaccio o las novelitas de Voltaire, toma luego un rumbo muydistinto y mucho más serio bajo la pluma de los continuadores árabes, y se convierte en una revista, en un día del Juicio de todo el género humano: en algo así como una Biblia o un Corán.
No se trata ya simplemente de demostrar la falsedad de las mujeres, ni de trazar reglas de moral práctica, sino de encaminar a los hombres por la senda de Alá, mostrándoles ejemplos y señales que los espanteny escarmienten. Se trata, en suma, de salvar las almas, cosa nueva, idea que no aparece en ninguno de esos grandes libros de la literatura sánscrita, con los cuales pudiera relacionársele, y que es típicamente árabe y hebrea, semítica, y tiene su primer foco irradiante en la Biblia.
En el Panchatantra solo se exponen los fundamentos de una buena política, que no es propiamente la buena, sinola conveniente: la política vulpina, sistematizada después y extremada hasta lo inhumano por Maquiavelo; en Las mil y una noches se prescinde de la conveniencia, del éxito en la vida del mundo, y solo se atiende al gran éxito, al gran triunfo, de ganar la otra vida, que es la perdurable.
La arabización de Las mil y una noches aparece así, desde luego, como su islamjzación, según tenía que sertratándose de un pueblo que ha empezado a vivir realmente a partir del Islam. Y esa islamización es tan perfecta que abarca todos los detalles del libro. Pese a sus desviaciones accidentales, este se ajusta, en su estructura, al mismo plan arquitectónico de la Biblia o de su epítome coránico. Es como una mezquita distribuida en series de columnatas, cuyos arcos todos convergen al mihrab, y en laque, por cualquier parte que se mire, se ve el nombre de Alá.
Todas las historias del libro nos llevan siempre, a pesar de su aparente diversión, a lo mismo: a su punto de convergencia, que son las postrimerías del hombre.
El nombre de Alá campea en todas las partes de ese edificio literario; en los arrocabes de las historias y en su zócalo; en sus cimientos y en sus remates. Esas historias...
Regístrate para leer el documento completo.