libro sobre pedagogia
Aparte la figura en verdad eminente de la Montessori, se puede afirmar que Italia participó muy poco en el movimiento mundial de la escuela nueva. Esto, sin embargo, es de atribuirse al notable retraso de las condiciones económicas y sociales del país, donde los espíritus susceptibles de perseguir con amor y constancia un ideal educativo,se preocupaban más de dar a éste un contenido social eficiente que de plantear doctrinas pedagógicas nuevas y originales.
A esto se debe que muchas actividades didácticas tuvieran una orientación ante todo social. Alice Franchetti Kallgarten, quien tuvo además el mérito de alentar a la Montessori cuando ésta empezaba, creó en Città di Castello la Escuela Rural de la Montesca para instruir yeducar a la infancia campesina. El poeta Giovanni Cena, en colaboración con Alessandro Marcucci y otros espíritus generosos fundó toda una serie de escuelas en el agro romano, donde hasta entonces reinaban sin rivales la malaria y el analfabetismo. A sus méritos didácticos y a su pobreza franciscana, estos hombres aunaban otras virtudes: simplicidad, naturalidad y espíritu de cooperación.
Tambiénla escuela “Rinnovata” fundada por Giuseppina Pizzigoni en 1911, en el barrio industrial de la Ghisolfa, en Milán, tenía más carácter social que pedagógico, aun cuando en este caso la preocupación por el método era más intenso. En efecto, la Pizzigoni fue autora de muchas obras donde divulgó las ideas pedagógicas que la inspiraban y que, en lo sustancial, representan una solución intermediabastante eficaz entre lo viejo y lo nuevo (en su llamado “método experimental” se concedía un papel sobresaliente a las observaciones de la realidad con sus anotaciones relativas, a las excursiones y los viajes colectivos, y a varias formas de servicios prestados por los alumnos, si bien manteniendo en conjunto las modalidades tradicionales de la enseñanza).
En el aspecto pedagógico tuvo mayorimportancia la “escuela materna” de las hermanas Rosa y Carolina Agazzi quienes, inspiradas, alentadas y en parte guiadas por el director didáctico Pietro Pasquali, fundaron en 1895 en Mompiano, cerca de Brescia, un nuevo tipo de escuela de párvulos acerca del cual Rosa Agazzi y el mismo Pasquali informaron al Congreso Pedagógico de Turín en 1898, o sea, en el mismo congreso donde la Montessori se dio aconocer al mundo italiano de la pedagogía aunque sólo por una apasionada intervención en pro de la creación de clases e instituciones especiales para los anormales psíquicos.
El método Agazzi surgía como reacción no contra el montessorismo que aún no existía (a éste se le contrapuso más tarde, sobre todo por obra de Lombardo Radice), sino contra la tradición italiana de las escuelas aportianasde párvulos, tradición ya exhausta no obstante los esfuerzos de Sacchi, pero sobre todo contra los asilos fröbelianos (introducidos en Italia pocos lustres atrás) que, con sus materiales estereotipados, utilizados en una especie de rito, parecían sustraer al niño de la normal atmósfera familiar para sumirlo en un mundo ficticio y poco significativo para él.
Por el contrario el método agazzianoreunía las siguientes características: plena continuidad entre la casa y la escuela de párvulos (de ahí el nombre de “escuela materna”), ocupaciones de tipo ya conocido y familiar (lavar, desyerbar, preparar leña para la estufa, limpiar, etc.), empleo de materiales comunes y baratos, como los objetos de que los niños se llenan habitualmente los bolsillos (aprovechamiento de “baratijas” para el“museo didáctico”), actividades expresivas y festivas de lo más variado entre las que figura preeminentemente el canto en coro, enseñado con un método nuevo y eficaz.
En las escuelas modernas de tipo agazziano se hace especial hincapié en la educación social. Para ello, se aprovecha la distinción entre lo que es “de todos” y lo que es “mío” o “tuyo”; las propiedades de este último tipo a menudo...
Regístrate para leer el documento completo.