Marbury v madison
SOBRE EL CASO MARBURY V. MADISON
Como último acto en gobierno, el presidente federalista de los Estados Unidos de América (“EEUUA”) John Adams nombró 42 jueces de paz y 16 jueces de tribunales de circuito (los Midnigt Judges) como un último intento de oponer resistencia al gobierno republicano entrante en ese país de Thomas Jefferson.
El caso de Marbury v. Madison[1](“Caso Marbury”) permite analizar varios principios de derecho constitucional que son de primordial vigencia hasta nuestros días, tales como la supremacía constitucional, la división de poderes y el control difuso, pero que según las reformas a nuestro ordenamiento fundamental en México y/o las decisiones de nuestros más altos tribunales pueden interpretarse de distintas formas.
Se puedenargumentar varias circunstancias que giraban alrededor del Caso Marbury cuya presencia haya afectado directamente la decisión de John Marshall, en ese entonces presidente de la Suprema Corte de los EEUUA, en el asunto, sin embargo, dichas circunstancias no deberán afectar el sentido de supremacía constitucional que dicho caso ha dejado en el derecho constitucional en el mundo
No obstante lo anterior,este breve trabajo se encargará de resaltar algunas consideraciones exteriores que vale la pena considerar para ver si el principio de supremacía constitucional fue concebido de forma original o si más bien fue resultado circunstancial de otros eventos alrededor de la época de su creación.
Sin ahondar demasiado en su resultado, en el Caso Marbury, Marshall efectivamente resolvió (i) que aWilliam Marbury le asistía el derecho de obtener su nombramiento como juez, (ii) que el Gobierno de los EEUUA estaba violando sus garantías individuales al no concederle su nombramiento, y (iii) que efectivamente la Suprema Corte si era un órgano competente. No obstante dichas consideraciones, Marshall determinó que el Judiciary Act de 1789 no estaba conforme a lo previsto en el artículo 3 de laConstitución de EEUUA al conceder dicha competencia de forma originaria a la Suprema Corte, cuando en cambio, dicha competencia era “de apelación” en términos constitucionales. En conclusión, ninguna legislatura puede expedir leyes que contravengan principios establecidos en la constitución.
Para nosotros, la supremacía del poder judicial como aquél poder que debe controlar a los otros poderes puedeparecer un principio de derecho incluso obvio, pero debemos recordar que en otras jurisdicciones no es así. Por ejemplo, es mucho más amplio el concepto de que una ley no pueda contravenir las normas de derecho común —como sucedió en Thomas Bonham v College of Physicians[2]— que el concepto de que una ley no pueda contravenir la constitución de un estado, como es el caso que se analiza brevementeen este ensayo.
Es así como algunos doctrinarios critican las bases en que está fundamentado el Caso Marbury señalando la relación en ese entonces entre Jefferson y Marshall, o el hecho de que Marshall se debió haber excusado de conocer el juicio al haber estado relacionado directamente con los actos y hechos que dieron origen al asunto y que lo que debió haber hecho Marshall es habersedeclarado incompetente para resolver el mandamus, remitiendo el asunto al tribunal inferior.
Vale la pena reflexionar que de haberse excusado Marshall ultimadamente hubiera tenido que resolver el asunto en apelación y por lo tanto hubiera tenido que conceder el mandamus, con lo cual lo podría en claro riesgo de que Madison se hubiera negado a conceder el nombramiento.
Otra crítica que la doctrinaha realizado a la decisión de Marshall en el caso en comento es que, bajo su cargo como Secretario de Estado del presidente Adams, Marshall se encargó de revisar el Judiciary Act que algunos años adelante hubiera declarado nulo, sin embago, dicha crítica debe desecharse pues Marshall en dicho momento no ejercía función alguna jurisdiccional y era irrelevante para sus funciones en ese entonces,...
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