pep religion
18º domingo del Tiempo Ordinario
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Ecl 1, 2; 2, 21-23: ¿Qué saca el hombre de todos los trabajos?
Salmo 89: Señor, tú has sido nuestro refugio de generación en generación.
Col 3, 1-5. 9-11: Busquen los bienes de allá arriba, donde está Cristo
Lc 12, 13-21: Lo que has preparado, ¿para quién será?
La 1ª lectura nos enfrenta con preguntas que todos nos hemoshecho alguna vez.
El Eclesiastés pertenece a un grupo de libros que llamamos sapienciales. La “sabiduría” es un amplio concepto que puede englobar desde la habilidad manual de un artesano hasta el arte para desenvolverse en la sociedad, la madurez intelectual... representa una actitud de personas y pueblos cuyo finalidad es encontrar respuestas a los grandes interrogantes y misterios de laexistencia humana.
Podemos calificar de contestatario al autor del Eclesiastés. Es una voz escéptica y crítica, disidente frente a la tradición sapiencial que confía ilimitadamente en las posibilidades de la razón y sabiduría humanas. El sabio Qohélet es un autor, por lo menos, desconcertante. La pregunta que mueve toda la reflexión de su libro es ésta: “¿Qué provecho saca el hombre de todos los afanesque persigue bajo el sol?” (1,3) y su respuesta: vanidad de vanidades (se puede traducir también por vaciedad, sin sentido...) todo es vanidad (1,2.17; 2,1.11. 17. 20. 23. 26; 12,8)
Éste parece un libro muy poco religioso. ¿Cómo se nos propone a los cristianos este libro, como Palabra de Dios, con esa respuesta tan materialista, tan poco optimista...? O esta otra conclusión: “la felicidadconsiste en comer, beber y disfrutar de todo el trabajo que se hace bajo el sol, durante los días que Dios da al hombre, pues esa es su recompensa” (5,17) es como decir vulgarmente “comamos y bebamos, que mañana moriremos...”
El autor recorre a lo largo de su libro todas las esferas del ámbito humano: trabajo, riqueza, dolor, alegría, decepciones, religión, justicia, sabiduría, ignorancia, el tiempo,la muerte... buscando respuesta a su pregunta. Hagamos lo que hagamos en nuestra vida, al final el destino es el mismo para todos los hombres: la muerte, ¿la nada? Es una pregunta seria ¿qué pintamos aquí, en la tierra? ¿para qué vivir, trabajar, luchar, amar, pensar, esforzarnos en la ecología, la educación, la política, los derechos humanos...? Breve es nuestra vida sobre la tierra (Sab 2,1), lamayor parte de nuestra vida es fatiga inútil, que pasa aprisa y vuela (Salmo 89, 10). La experiencia humana es como “atrapar vientos” una tarea inútil y decepcionante. Viene a nuestra mente aquella otra frase evangélica: “¿De qué le sirve al hombre ganar el mundo entero...?”.
Con el autor, el lector sigue con fruición ese recorrido por la existencia humana, por el devenir Por mucho que nosafanemos, nada nos vamos a llevar...
En la época del destierro se empezó a desarrollar la teoría de la retribución personal y del destino individual: el pueblo elegido profesaba una doctrina de retribución colectivista: la bondad o maldad de un individuo tenía repercusiones en el grupo y en los descendientes. En el contexto del exilio estas ideas van cambiando: cada persona recibía en vida larecompensa adecuada a su conducta (2Re 14, 5-6; Jer 31, 29-30; Ez 18, 2-3. 26-27). Sin embargo, la experiencia desmentía este principio. Después del destierro este problema ocupa un puesto primordial en la reflexión sapiencial, y no resulta fácil encontrar una respuesta adecuada. El libro de Job refleja vivamente este drama, apuntando distintas soluciones, pero ninguna definitiva ni convincente: Job esinvitado a entrar en el misterio de Dios y desde ahí poder relativizar su dolor, su desesperación y pretensiones. Qohelet se hace eco del mismo escándalo y lo amplía: aún suponiendo que el justo siempre recibiera bienes, tal recompensa no es proporcional al esfuerzo que pone el hombre en conseguirla, pues no da plena satisfacción a los anhelos del ser humano. Tanto Job como Qohelet se mueven en...
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