relaciones individuales de trabajo
2.1. INTRODUCCION
Los maestros de derecho civil sintieron el peso de la norma de los códigos que establecía y aun consigna, que sólo las cosas que están en el comercio pueden ser objeto de contratación. Quienes siguieron al Código civil de Francia vivían en la cárcel del contrato de arrendamiento de servicios, pero fueronvarios los escritores a los que repugnó la idea de que el hombre y las bestias de carga y de tiro estuvieran regidos por las mismas disposiciones: en ensayo que posteriormente rectificó, Francesco Carnelutti lanzó la idea de que la relación de trabajo era un contrato de compra-venta, semejante al contrato para el suministro de energía eléctrica, pues en virtud de él, los trabajadores vendían suenergía de trabajo al empresario, quien podía utilizarla en la forma que estimará conveniente; Chatelain y Valverde sostuvieron que debería considerarse a la relación como un contrato de sociedad, lo que tendría la ventaja de salvar la dignidad humana, pues en él, los trabajadores aportaban su energía de trabajo y el empresario el capital, a fin de compartir las utilidades, de donde resultaba queel salario era la participación que correspondía al trabajo; y no faltó quien dijera que era una especie de mandato que el patrono otorgaba al trabajador para la ejecución de ciertas actividades. Los autores de nuestro Código civil de 1870, según apuntamos en un capítulo anterior (La creación del derecho mexicano del trabajo) afirmaron en la Exposición de motivos que sea cual fuere la esferasocial en que el hombre se halle colocado, no puede ser comparado con los seres irracionales y menos aún con las cosas inanimadas, pues parece un atentado contra la dignidad humana llamar alquiler a la prestación de servicios personales. Más semejanza tiene con el mandato, porque en ambos contratos, el mandante encarga a otro la ejecución de ciertos actos... la aptitud será más intelectual en uno y másmaterial en otro, pero en ambos supone una cualidad moral; porque nadie puede prestar un servicio, sea el que fuere, sin emplear su libre voluntad y poner en ejercicio alguna de las facultades peculiares del hombre.
Pero ninguna de estas tentativas, ni siquiera la nuestra de 1870, que es la única que tuvo un sentido humano, pudo romper las rejas de la disposición base del derecho delas obligaciones y de los contratos; de ahí que el trabajo no hubiera recibido, ni podido recibir beneficio alguno, pues continuaba siendo contemplado como una cosa en el comercio.
Con la aparición del libro Derecho mexicano del trabajo, se inició en los pueblos de habla española y portuguesa, la batalla en contra del contractualismo que prevalecía entre los profesores y escritores delos diferentes países, una batalla que representa uno de los episodios más intensos en la lucha del derecho del trabajo por afirmar su individualidad y con ella su autonomía y por transformarse en el derecho general de las relaciones de trabajo.
El derecho civil, que había contemplado sin inmutarse la aparición de las leyes de excepción protectoras del trabajo, comprendió que en esabatalla estaban en juego la esencia misma del contractualismo individualista y subjetivista tradicional, y la integración misma del derecho civil y por encima de ella la del derecho privado; entendió asimismo que la victoria de la idea nueva implicaría que el derecho regulador de uno e los aspectos más extenso e importante de las relaciones humanas pasaba sobre el principio de que el contrato, basadoen la autonomía de la voluntad, era la fuente creadora de los derechos y obligaciones en las relaciones entre los hombres, tesis que sería sustituida por la doctrina que atribuía al hecho simple de la prestación de un trabajo la fuerza suficiente para crear, aun en contra de la voluntad de los empresarios, derechos y obligaciones; una doctrina que, además, postulaba la aparición de un derecho...
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