Resumen H Ctor Gallego Est Vivo
Escrito por María López Vigil, Pastoral Social Caritas, 1996, 267 paginas
Introducción:
Héctor gallego llego a panamá, trabajo en los campos de santa fe de Veraguas
Desapareció luego de tres años de arduo trabajo (1967-1971)
En un periodo donde era crucial la historia de la iglesia en américa latina
1965: Termino el concilio vaticano II en Roma
1968: Los obisposlatinoamericanos se congregaron en Medellín, Colombia para abrir nuevos caminos pastorales al evangelio.
Camilo torres: Predicador del amor eficaz, en cátedras universitarias, caidos en la guerrila en 1996
America latina entraba en una nueva etapa
El gobierno de Estados Unidos, que veían fracasar la fórmula desarrollista-anticomunistas de la Alianza para el Progreso, empezaba a extenderse desde 1964 ydesde el Brasil por todo el continente la “doctrina de la seguridad nacional”.
Las dictaduras militares enfilaron sus tanques contra quien hablara de cambio.
En 1969 circulaba ya por todos los países latinoamericanos el alerta del Informe de Rockefeller: “Si la Iglesia latinoamericana cumple con los acuerdos de Medellín, están en peligro los intereses de los Estados Unidos”.
Para defenderesos intereses, los uniformados criollos encarcelaron, torturaron, asesinaron.
El primer mártir entre los sacerdotes latinoamericanos fue el brasileño Henrique Pereira Neto. Trabajaba con jóvenes y fue asesinado por el gobierno militar del Brasil en Recife en 1969.
El segundo en la lista, Héctor Gallego. “Es hora de martirio en América Latina”, proclamaba un par de años después el obispo del MatoGrosso, Pedro Casaldáliga, cuando ya corrían por el continente torrentes de sangre cristiana.
En 1970 se abría en Chile una nueva experiencia con el gobierno socialista de Salvador Allende.
En 1971 aparecía un libro histórico, “Teología de la liberación”, del peruano Gustavo Gutiérrez.
Héctor Gallego caminó por las trochas bravas de Santa Fe de Veraguas. En apenas tres años de itinerario,aquel hombre, de apariencia insignificante, transformó un remoto rincón del campo panameño y el corazón y el cerebro de muchas de sus gentes. Y conmovió a todo Panamá. Un auténtico record pastoral. Tres años: como Jesús.
Fue un pionero. Cuando se iniciaba en el continente la pastoral del acompañamiento, ahí estaba él. Cuando se empezaba a tejer nuevas organizaciones de base cimentándolas enel evangelio, ahí estaba él. Cuando se inauguraba una nueva manera de ser Iglesia y de ser sacerdote, nuevos compromisos y nuevos riesgos, también estaba él. Y a la hora de pagar el precio de estos cambios, también.
Cuando en el continente aún no había “desaparecidos”, él desapareció el primero. Cuando empezaba a escribirse el martirologio de la Iglesia latinoamericana, entre los caídos dela primera hora, a sus 33 años, como Jesús, Héctor Gallego. Pionero sin pretenderlo.
Hizo mucho en muy poco tiempo. Tal vez sabía que no viviría demasiado. Y por eso, su prisa, su paso tenaz, que dejó huellas tan hondas.
Capítulo 1:
Los seminaristas del seminario mayor de la colombiana ciudad de Medellín jugaban al fútbol rigurosamente ensotanados.
Por razones de modestia viril, losseminaristas iban de paseo al río con sotana, de excursión a trepar montañas, de catequesis a los miserables barrios. La ajustaban a su joven cuerpo con una ancha faja también negra.
En los días más solemnes, los de modestia más arraigada añadían a aquel ajuar amplias capas negras y sombreros de ala ancha, también negros, de los que colgaban pompones rojos.
El gordito Silverio saludó el empate con ungol que se mezcló con el tañido de la campana, que ordenaba poner punto final al fútbol
La disciplina era estricta y a ninguno le pasaba ni por la mente desafiarla. ¿Para qué? Les habían enseñado que también aquel implacable orden era un sacrificio agradable a Dios.
Envueltos en una rutina fija de oración-clases-recreos-estudio-más oración, los seminaristas veían correr el tiempo, aunque no en...
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