Tocqueville
TOCQUEVILLE Y LA REVOLUCION
Aníbal Romero
(2003)
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El libro de Tocqueville, El Antiguo Régimen y la Revolución, publicado en 1856 —veintiún
años después que el primer tomo de La Democracia en América— es una obra de gran
originalidad y lucidez analítica, que ha causado sin embargo problemas de clasificación para
historiadores y sociólogos por igual. (Wolin, 2001: 504-508). ¿Se trata acaso deuna historia del
Antiguo Régimen, del período inmediatamente precedente al estallido de los eventos
revolucionarios? ¿Constituye tal vez un intento inicial de historia de la Revolución? ¿O es un
esfuerzo de interpretación que intenta combinar la reflexión teórica con la historiografía?
En realidad, El Antiguo Régimen y la Revolución es un libro difícil de ubicar en un marco de
categorías rígidas.Su originalidad consiste precisamente en la convergencia de una historia crítica
de los procesos que a lo largo del tiempo crearon las condiciones para la revolución, del esbozo
de una teoría general acerca de las causas de las revoluciones, así como de una perspectiva
sobre la contra-revolución, es decir, acerca de las barreras que pueden erigirse tanto para detener
el huracán revolucionariocomo, sobre todo, para prevenirlo a tiempo.
En cuanto a los aspectos históricos de la obra, es bastante claro que Tocqueville no se
interesaba por el pasado como un fin en sí mismo, sino que le veía como una fuente de
enseñanzas para el presente. En el Prólogo del libro el autor sostiene que: “para comprender
bien…la Revolución y su obra, es preciso olvidar por un momento la Francia en que vivimos eir a
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interrogar en su tumba la Francia que dejó de existir”. (Tocqueville, 1998: 75). Podría haber
añadido sin reparos que su interés por el Antiguo Régimen era el preludio para comprender las
causas de la Revolución, escudriñar mejor el presente y sugerir remedios para evitar hacia el
futuro una repetición de las conmociones que a su manera de ver tanto daño habían hecho a
Francia. Es ciertoque esta obra de Tocqueville no propone una teoría general del cambio político
(Furet, 1978: 228). No obstante, considero que en el libro sí se presentan los lineamientos
generales de una teoría de la revolución y de la contra-revolución, entendida esta última a modo
de medicina preventiva contra lo que el autor en ocasiones denomina el “virus” revolucionario.
Tocqueville enuncia tres propósitosprincipales de su investigación. En primer lugar,
explicar por qué la revolución, un proceso que de un modo u otro maduraba en toda Europa, sólo
estalló en Francia y no en otra parte. En segundo término, qué hizo que un proceso sustentado
presuntamente en un ideal de libertad degeneró en terror y despotismo. Finalmente, Tocqueville
confiesa que al estudiar el Antiguo Régimen nunca perdió de vista elpresente: “No sólo he querido
ver ante qué mal sucumbió el enfermo, sino también cómo habría podido evitar la muerte”.
(Tocqueville, 1998: 78-79). Tampoco se detiene Tocqueville en miramientos al formular,
doscientas páginas más tarde, su lapidaria conclusión: “El Antiguo Régimen proporcionó a la
Revolución muchas de sus formas; ésta no hizo sino agregar la atrocidad de su genio”.
(Tocqueville,1998: 271).
La polémica acompaña la interrogante de hasta qué punto, y con qué grado de ponderación
y precisión logró el autor concretar sus objetivos en la obra. Tanto en el plano histórico como en lo
que tiene que ver con la teoría de la revolución y de la contra-revolución, así como en lo referente
al tema propiamente político, es decir, a la toma de posición de Tocqueville frente al fenómenorevolucionario, sobre todos estos temas —repito— existe una intensa discusión (Wolin, 2001: 498-
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560). Pienso que el propio Tocqueville contribuyó en cierta medida a encender el debate debido a
que este libro suyo se mueve constantemente en dos planos, uno histórico y otro teórico-político,
diversos asuntos son sugeridos en la obra y luego carecen de adecuada discusión, y los aspectos
teóricos...
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