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dossier

Fabián Corral B.
Abogado. Articulista principal del diario El Comercio.
Ecuador

La libertad de expresión:
derecho humano y
fundamento de la
democracia

Sin más excepción que las dictaduras, los países latinoamericanos, siguiendo
la tradición francesa, han incluido en sus constituciones declaraciones,
cautelas y garantías sobre la libertad de expresión y de información.

E

l tema de lalibertad de expresión e
información1 no se agota en los intereses de los medios de comunicación.
Tampoco es un asunto que se circunscriba
al debate entre el poder político y los periodistas. Es un problema mucho más arduo, extenso y complejo. En su aspecto
sustancial, es un capítulo de los derechos
fundamentales de las personas, y es, por
otra parte, nota distintiva de la democracia
constitucionaly condición esencial para su
efectiva vigencia.
El ciudadano es el depositario del poder y la fuente de la legitimidad de la autoridad. Sin embargo, para que la democracia
sea una forma de vida, y un sistema político
representativo y eficaz, se precisa que esos
ciudadanos sean “electores informados” y,
por tanto, agentes políticos libres. Sólo la
información independiente y los criteriosestructurados en torno a ella dotan de contenidos efectivos la capacidad de elegir de
cada persona.
La democracia es gobierno de “opinión pública”, y ésta se forma, se fortalece y sobrevive cuando el flujo de datos y

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opiniones sobre temas de interés general,
su comprensión, sus opciones de interpretación, y los debates que se suscitan
alrededor, provienen de fuentes objetivas,
independientes de laideología del gobierno
y protegidas por mecanismos institucionales neutros, diseñados en la Constitución,
desarrollados por la ley y respetados por
la autoridad. “El verdadero fundamento de
todo gobierno es la opinión de los gobernados”2, sostuvo Dicey hace más de un siglo.
Por otra parte, “(…) el punto preocupante
es el de que las elecciones deben ser libres.
Sí, es cierto; pero también la opinióndebe
ser libre, es decir, formada libremente. Elecciones libres con opiniones impuestas, no
libres, no conducen a nada. Un pueblo soberano que no tiene propiamente nada que
decir, sin opiniones propias, es un soberano
vacío, un rey de copas”3.
El Tribunal Constitucional español
ha desarrollado la tesis de que “(…) el valor o bien jurídico protegido por la libertad
de expresión e información es laexistencia de una opinión pública, la cual es, a su
vez, condición necesaria para el correcto


| EDICION 22 / 2009 |

funcionamiento de la democracia… De
aquí que la libertad de expresión e información no sea sólo un derecho de libertad
–esto es, la facultad de exigir la no interferencia de los demás– sino que posea una
importante dimensión institucional. Con ello
se quiere poner de relievecómo, incluso
cuando no hay nadie individualmente afectado, la existencia efectiva de expresión e
información libres es objetivamente valiosa
para el conjunto de la sociedad”4.
La democracia se funda en el voto,
pero el voto es, en definitiva, opinión que
entraña una opción política; de allí la importancia de que el pueblo “sepa” de verdad
lo que ocurre y conozca la verdad de lo que
el gobierno, laoposición y los candidatos dicen. Con todo, esto sólo se alcanza si existen
medios de comunicación libres y cuando hay
información alternativa y opiniones discrepantes, que configuren debates y que contribuyen a formar conciencia electoral. Entonces, los votantes tienen opciones, vertientes
de datos y opiniones que les permiten formarse conceptos autónomos sobre las ideologías o las propuestas delos candidatos,
o sobre las actuaciones de las autoridades.

| EDICION 22 / 2009 |

Esto es aún más pertinente en las llamadas
“democracias plebiscitarias” que se han extendido en América Latina, y cuyos “éxitos”
electorales derivan, precisamente, de la falta
de información o de la desinformación que
genera la propaganda y el discurso sobre
temas complejos que se someten a la decisión de la...