Adm aduana comunc
Páginas: 2 (354 palabras)
Publicado: 9 de febrero de 2011
Aduaneros de la comunicación
“Fariseos, sepulcros blanqueados” llamaba un político populista a los vigilantes voluntarios de ese viejo sectarismo político que tanto daño le hizo al país, cuandoaún pudo cambiar de rumbo para evitar la debacle. El máximo líder se refería, probablemente, a la descripción que hace el historiador Flavio Josefo sobre la secta judía conocida por el primer nombre ymarcada por su hipocresía y ceguera, o una de las innumerables citas del Nuevo Testamento sobre las advertencias de Jesús. “…Todas las cosas que les digan, obsérvenlas y háganlas; pero no de acuerdo conlo que ellos hacen. Porque ellos dicen, no hacen.
Porque ellos ponen cargas muy pesadas en los hombros de los hombres, pero no levantan un dedo para hacerlas mover. Y todo lo que hacen es paratener notoriedad… Ellos adoran estar en los primeros lugares de las fiestas, y ocupar las primeras sillas en las sinagogas…” (Mat., xxiii, 1-8).
El dictamen diario, casi amenazante, de los sibilinosanimadores matutinos de la televisión –felizmente ya quedan muy pocos- contra los titulares y la información de los medios públicos, es un búmeran que se vuelve contra ellos en el tema de la libertadde expresión, la democracia y la opción de disentir contra el contenido de las verdades reveladas. El veneno que chorrea de las pantallas de televisión solamente muestra un notable agotamiento de lainspiración que caracterizaba a los venerables comunicadores ya retirados del oficio.
Para quienes nos limitamos a informar, como mandan las reglas del periodismo, la opinión se genera en quienesnos leen y su visión enfoca el ángulo que más se aproxima a sus necesidades, afectos y adhesiones.
El tinte político del Gobierno no es un asunto de estética, pues todo es según el cristal con quese mire y la indignación subjetiva, acompañada de vestiduras rasgadas, solo revela frustración y serias intenciones conspirativas, o por lo menos deseos de que fracasen las políticas estatales...
“Fariseos, sepulcros blanqueados” llamaba un político populista a los vigilantes voluntarios de ese viejo sectarismo político que tanto daño le hizo al país, cuandoaún pudo cambiar de rumbo para evitar la debacle. El máximo líder se refería, probablemente, a la descripción que hace el historiador Flavio Josefo sobre la secta judía conocida por el primer nombre ymarcada por su hipocresía y ceguera, o una de las innumerables citas del Nuevo Testamento sobre las advertencias de Jesús. “…Todas las cosas que les digan, obsérvenlas y háganlas; pero no de acuerdo conlo que ellos hacen. Porque ellos dicen, no hacen.
Porque ellos ponen cargas muy pesadas en los hombros de los hombres, pero no levantan un dedo para hacerlas mover. Y todo lo que hacen es paratener notoriedad… Ellos adoran estar en los primeros lugares de las fiestas, y ocupar las primeras sillas en las sinagogas…” (Mat., xxiii, 1-8).
El dictamen diario, casi amenazante, de los sibilinosanimadores matutinos de la televisión –felizmente ya quedan muy pocos- contra los titulares y la información de los medios públicos, es un búmeran que se vuelve contra ellos en el tema de la libertadde expresión, la democracia y la opción de disentir contra el contenido de las verdades reveladas. El veneno que chorrea de las pantallas de televisión solamente muestra un notable agotamiento de lainspiración que caracterizaba a los venerables comunicadores ya retirados del oficio.
Para quienes nos limitamos a informar, como mandan las reglas del periodismo, la opinión se genera en quienesnos leen y su visión enfoca el ángulo que más se aproxima a sus necesidades, afectos y adhesiones.
El tinte político del Gobierno no es un asunto de estética, pues todo es según el cristal con quese mire y la indignación subjetiva, acompañada de vestiduras rasgadas, solo revela frustración y serias intenciones conspirativas, o por lo menos deseos de que fracasen las políticas estatales...
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