Adorno rol docente
Se podría pensar que el prestigio aumenta con el nivel de enseñanza que se educa, pero tampoco es así porque para la gente no tiene el mismoprestigio ser docente de escuela, que ser docente de la Universidad.
Adorno, considera que posiblemente sea debido a que el poder que ejerce el maestro es ejercidosobre chicos, o sea sobre personas que aún no son consideradas sujetos de derecho.
Más adelante expresa que “el maestro no juega limpio”, habla de la falta deimparcialidad, del aprovechamiento ilegítimo sobre su mayor saber frente al alumno, pero lo que parece más interesante es que concluye que, el maestro se ve obligado a actuarasí por la sociedad; comparando al maestro con el carcelero. Aparece la contradicción entre la aplicación de la fuerza física de la que tiene necesidad una sociedadbasada en el dominio, pero a la vez esta violencia es negada por la sociedad, o sea que en la imagen del maestro se ve reproducida la imagen del verdugo, y todo esteimaginario estaría reforzando el desprecio por el maestro.
El autor considera que muchos de los problemas que aparecen en la relación docente-alumno, podríandesaparecer si el maestro no tratara de reprimir sus afectos, si fuese más auténtico, reconociendo sus errores, su subjetividad.
No deberían existir temas tabúes en clase,no considerar a la escuela como un fin en sí misma, sino al servicio de los alumnos, o sea de la sociedad misma pero sin restringir nada de lo real.
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