Agust N Despu S De Haber Iniciado Su Recorrido En Busca De La Verdad Descubre Por Primera Vez En Su Vida La Posibilidad De Pensar Filos Ficamente En El Mundo Espiritual

Agustín después de haber iniciado su recorrido en busca de la verdad descubre por primera vez en su vida la posibilidad de pensar filosóficamente en el mundo espiritual, después de haber leídociertas obras descubre la absurdidad del dualismo maniqueo y sus dos principios al ver esto se da cuenta de que el mal no es un ser creado por Dios, ni un ser independiente de Dios lo cual seríacompletamente absurdo, él se dio cuenta que el mal es un no-ser.
Todo esto es derivado del axioma neoplatónico: “ens est bonum” (Ser bueno) lo cual coincide con la afirmación de Génesis (todo lo creado porDios es bueno), al volver a leer la escritura, descubre un nuevo sentido así se da cuenta que podría llegar a ser unos de los mayores comentaristas bíblicos de todas las épocas.
Agustín a pesar detodo aun lo retiene algo no la dificultad teórica si no la falta de práctica y de orden moral por la vida ilícita que llevaba con su mujer, esto según él, lo deja sin fuerzas para abrazar una moralcristiana.
Después de tantos problemas, caminos recorridos Agustín tiene una crisis definitiva, san Agustín experimenta personalmente en su vida la gracia sobrenatural de Dios.
San Agustín se da cuantatarde sobre el gran error en el que estaba en haber creído en esos dos principios tan absurdos, confundido y arrepentido dirige estas ´palabras hacia Dios
“tarde te amé, Dios mío, hermosura tanantigua y tan nueva, tarde te amé. Tú estabas dentro de mi alma, y yo distraído fuera, y allí mismo te buscaba; y perdiendo la hermosura de mi alma, me dejaba llevar de estas hermosas creaturas exterioresque Tú has creado. De donde infiero, que tú estabas conmigo, y yo no estaba contigo; y me alejaban y tenían muy apartado de Ti aquellas mismas cosas que no tendrían ser, si no estuvieran en Ti. Perotú me llamaste y diste tales voces en mi alma, que cedió a tus voces mi sordera. Brilló tanto tu luz, fue tan grande resplandor, que ahuyento mi ceguera. Hiciste que llegase hasta mí tu fragancia y...