Alcalá zamora
Supresencia en aquel gobierno representaba la adhesión al régimen republicano de sectores conservadores, católicos y de clase media. Pero pronto entró en conflicto con los dirigentes republicanos másavanzados: discrepó sobre todo de la regulación constitucional de las relaciones Iglesia-Estado, hasta el punto de dimitir y ceder la jefatura del gobierno a Azaña.
No obstante, fue elegido presidentede la República, cargo que ejerció durante cinco años con lealtad a la Constitución; durante el primer bienio entró en conflicto con las predominantes fuerzas de izquierdas; pero no fue mucho mejor surelación con los partidos de derechas que triunfaron en las elecciones de 1933 (enfrentamiento con Gil Robles, indulto al general golpista Sanjurjo contra el parecer del gobierno...).
Tras laselecciones de 1936, que dieron el triunfo al Frente Popular, Alcalá Zamora acabó por ser depuesto como presidente, al haber rebasado el número de disoluciones de las Cortes autorizado por laConstitución en un solo mandato presidencial; una vez más, fue Azaña el encargado de sucederle. Se exilió en París y, más tarde, en Buenos Aires.
En el balance de su actuación política hay que destacar lavoluntad de integración que demostró, aceptando lealmente el juego democrático desde posiciones conservadoras; su aspiración de promover una gran opción política de centro que facilitara el consenso...
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