Análisis del canto XXXII XXXIII
Análisis del canto XXXII - XXXIII de la Divina Comedia
Si yo tuviera rimas ásperas y roncas,
como convendría al triste foso
al cual apuntan todas las otras rocas,
exprimiría de mis conceptos el jugo
más plenamente; pero porque no las tengo
no sin temor a decir me conduzco;
que no es empresa a tomar en chanza
describir el fondo de todo el universo,
ni de la lengua que dice mamá y papá.
Dantese encuentra invocando a las musas para encontrar rimas ásperas y roncas que logren describir el noveno círculo del infierno, la zona más baja del universo
Mas aquellas damas ayuden a mi verso
que ayudaron a Anfión a cerrar Tebas,
si los hechos del decir no son diversos.
Anfión y Zeto vivieron en la antigua Grecia. Son gemelos, e hijos de Zeus y Antíope. Renombraron la ciudad de Cadmea porel nombre de Tebas, fortificando y uniendo la ciudad baja con la ciudadela. Anfión con la ayuda de las musas, tocando su lira pudo manipular las rocas y así construir la muralla de la ciudad.
¡Oh más que todas mal creada plebe
que estáis en el lugar donde el hablar es duro,
mejor hubierais sido aquí cabras u ovejas!
Cuando estuvimos allí en el pozo oscuro,
de los pies de los gigantes muyabajo,
y yo miraba todavía el alto muro,
oí decirme: Mira por donde pasas,
fíjate que no pises con tus plantas
las testas de infelices míseros hermanos.
Por lo que me volví, y tuve adelante
y bajo los pies un lago que por el hielo
tenía de vidrio y no de agua el semblante.
No cubre su curso con tan grueso velo
en invierno el Danubio en Austria,
ni el Tanáis allá, bajo el frío cielo,
como era aquí;que si el Tambernick
le hubiera caído encima, o el Pietrapana,
no habría hecho siquiera crujir la orilla.
Y así como a croar se está la rana
con el morro fuera del agua, cuando sueña
que tiene mucho a segar la aldeana,
lívidas, hasta donde el rubor avanza,
estaban las sombras dolientes en la escarcha
rechinando los dientes como cigüeñas.
Tenían abajo todas vuelta la facha;
de la boca el frío, yde los ojos la triste alma
en ellos como testigos se daban.
Luego de observar un tanto el contorno,
volvíme a mis pies, y vi a dos tan estrechados
que se entremezclaban sus cabellos.
Decidme vosotros que tan unidos tenéis los pechos
dije yo, ¿quién sois?. Ellos torcieron el cuello;
y, luego de alzar a mí el rostro,
sus ojos, que eran antes por dentro blandos,
gotearon sobre los labios, y elhielo aprisionó
las lágrimas entre los ojos y los párpados.
Nunca una clavija sujetó tan fuertemente
dos leños, como se embistieron ellos
como carneros, que a tanto los levaba la ira.
Y uno, que había perdido ambas orejas
por la friolera, aun con la vista baja
me dijo: ¿Porqué tanto en nosotros te espejas?
Si quieres saber quiénes son éstos,
el valle donde Bisenzo se inclina
fue de Alberto, supadre, y de ellos.
Salieron de un cuerpo; y por toda la Caína
podrás buscar, y no encontrarás sombra
más digna de ser puesta en gelatina:
ni la de aquel a quien fue roto el pecho y la sombra
con él, de un golpe de la mano de Arturo;
ni la de Focaccia; ni la de éste que me incomoda
tanto con la cabeza, que más allá ver no me deja,
y se llamaba Sassolo Mascheroni;
y si eres toscano, bien sabrásquién era.
Y para que no me fastidies con más sermones
sabe que yo fui Camiscion de los Pazzi;
y espero a Carlino que me disculpe.
Después mil rostros vi violáceos
de frío; por donde me dan horror
y me lo darán siempre los helados vados.
Y mientras más íbamos hacia el centro
donde toda gravedad se anuda,
yo temblaba en la eterna noche;
si querer fue del destino o la fortuna,
no sé, pero pasandoentre las cabezas,
acaso di un puntapié en el rostro de una.
Llorando me gritó: ¿porqué me hieres?
si no has venido a incrementar la venganza
de Montaperto, ¿porqué molestas?
Entonces yo: Maestro mío, espérame ahora,
que yo salga de dudas sobre éste;
después me darás prisa, cuanta quieras.
El Conductor se detuvo, y hablé a aquel
que aún duramente blasfemaba:
¿Quién eres tú que así me...
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