Analisis sobre la lectura (Marcel Proust)

Sobre la lectura
Marcel Proust
Comienza Proust su ensayo Sobre la lectura defendiendo que nuestras lecturas infantiles son la mejor manera de rememorar la infancia, sus pequeños momentos y susespacios. Lo hace en un pasaje que ocupa varias páginas, pero en las que, curiosamente, habla poco de la lectura. Su mención a las lecturas de la infancia le lleva a evocar y describir las comidas en casade sus tíos, la habitación en la que se alojaba cuando iba a visitarlos, las calles o el parque por el que paseaba, con gran minuciosidad en los detalles. Proust rememora aquellas mañanas en las queesperaba la hora de comer no queriendo que llegase nunca, para no tener que dejar la lectura. O las largas tardes en que la lectura le estaba prohibida hasta después de la merienda.
Habla Proust de unainfancia en la que la lectura era su prioridad, y el juego, las actividades al aire libre y cualquier otra distracción las sacrificaba con gusto para poder gozar de la lectura. Así, cuando estabacerca del final del libro, podía ocurrir que no respetase las horas de sueño, en su afán por acabarlo cuanto antes. Pero junto a ese afán por devorar libros, el autor también menciona algo que a todoslos lectores nos ha ocurrido en más de una ocasión y es que, a pesar de querer leer cuanto antes el final de una obra que nos ha atrapado, cuando llegamos al final y cerramos el libro tenemos unasensación de pérdida, un vacío al perder a unas personas -personajes- de los que ya no volveremos a saber. Es la pequeña desolación que nos produce que la historia no continúe, que no sepamos más deldesarrollo de los acontecimientos que nos han tenido durante horas pegados a las páginas de un libro.
Es entonces, con el lector totalmente entregado a la evocación por medio de los libros, cuando el autoracomete el verdadero propósito de este texto: relativizar el valor de la lectura. Y es que este ensayo es el prefacio que Proust preparó para una edición de Sésamo y Lirios, un volumen que contiene...