Anatomía y estructura de los cinco sentidos
del cuerpo humano
En 1760, el filósofo Immanuel Kant propuso que nuestro conocimiento del mundo exterior depende de nuestras formas de
percepción. Para definir lo que es "extrasensorial" necesitamos definir lo que es "sensorial". Tradicionalmente, hay cinco
sentidos humanos: vista, olfato, gusto, tacto, y audición. Cada uno de los sentidos consiste de células especializadas que
tienen receptores que reaccionan a estímulos específicos. Estas células estan conectadas por medio del sistema nervioso al
cerebro. Las sensaciones se detectan en forma primitiva en las células y se integran como sensaciones en el sistema
nervioso. La vista es probablemente el sentido más desarrollado de los seres humanos, seguido inmediatamente por la
audición.
Sentido de la vista o de la visión
El ojo es el órgano de visión. El ojo tiene una estructura compleja que consiste de un lente que enfoca la luz en la retina. La
retina esta cubierta por dos tipos de células fotorreceptoras con formas de bastones y conos. Las células en forma de cono
son sensitivas al color de la luz y están situadas en la parte de la retina llamada la fóvea, donde el lente enfoca la luz. Las
células en forma de bastón no son sensitivas al color, pero tienen elevada sensibilidad a la luz. Los bastones están situados
alrededor de la fóvea y son responsables por la visión periférica y la visión nocturna. El ojo está conectado al cerebro a través
del nervio óptico. El punto de esta conexión se llama papila o "punto ciego" porque es insensible a la luz. Experimentos
científicos han demostrado que la parte posterior del cerebro corresponde con la percepción visual en la retina.
El cerebro combina las dos imágenes percibidas por nuestros ojos en una sola imagen tridimensional. Aunque la imagen en la
retina esta invertida por la acción del lente, el cerebro la rectifica y percibimos los objetos en su posición original. Algunos
experimentos con anteojos que invierten las imágenes por medio de prismas han demostrado que los sujetos pasan por un
período inicial de gran confusión, pero eventualmente perciben las imágenes de forma correcta.
La sensibilidad del ojo humano es fenomenal. En la obscuridad, los bastones secretan un fotopigmento llamado rodopsina que
aumenta la fotorecepción y hace posible detectar niveles muy bajos de luz. En luz intensa, el iris se contrae reduciendo el
tamaño de la abertura que admite luz al ojo y una sustancia obscura reduce la exposición y protege a las células de la retina.
El ojo tiene sensibilidad al espectro de la luz desde el rojo hasta el violeta. Las frecuencias electromagnéticas más bajas en el
infrarrojo se detectan como calor, pero no se pueden ver. Frecuencias más altas en el ultravioleta y más allá tampoco se
pueden ver, pero se pueden detectar como comezón en la piel o en los ojos dependiendo de la frecuencia. El ojo humano no
es sensible a la polarización de la luz, es decir, a la luz formada por fotones cuyos vectores de campo eléctrico están alineados
en la misma dirección. Mientras tanto, las abejas son sensibles a la luz polarizada, y tienen una gama visual que se extiende
hasta la luz ultravioleta. Algunas clases de serpientes tienen sensores infrarrojos que les permiten cazar en oscuridad absoluta
usando solamente la radiación emitida por el calor de sus presas. Los pájaros tienen una mayor densidad de células
fotoreceptoras que los seres humanos en sus retinas, y por eso poseen mejor agudeza visual.
El daltonismo o discromatopsia es un defecto genético que hace imposible distinguir los colores correctamente. Personas con
ciertos tipos de daltonismo confundan el verde y el rojo. Esto puede ser una desventaja...
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