aprender rcp desde la escuela

Aprender reanimación cardiopulmonar desde la escuela
ÒSCAR MIRÓ1,2,3, NÚRIA DÍAZ2,3,4, MIQUEL SÁNCHEZ1,2,3
Coordinadores del Programa de Reanimación Cardiopulmonar Orientado a Centros de Educación
Secundaria (PROCES), Barcelona, España. 2Área de Urgencias, Hospital Clínic, Barcelona, España. 3Grupo de
Investigación: “Urgencias: procesos y patologías”, IDIBAPS, Barcelona, España.4Coordinadora pedagógica,
Escuela Molina, Barcelona, España.
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Si viviésemos en un país ideal, este editorial no
tendría sentido. Una actividad escolar como la enseñanza de la reanimación cardiopulmonar (RCP),
que puede ayudar a salvar una vida, que es fácil de
aprender, que tiene connotaciones pedagógicas
claramente positivas, que es ampliamente aceptada
por la comunidad educativa, que losalumnos tienen en alta estima y que consume escasos recursos
materiales y temporales, ya estaría plenamente integrada en la rutina educativa de los diferentes niveles de enseñanza. Sin embargo, no parece que
éste sea el caso, ni de España ni de la mayoría de
los países desarrollados. ¿Dónde está, pues, el problema? ¿No son ciertas todas las afirmaciones anteriores? ¿O acaso en España no existeniniciativas
que se sumen a las recomendaciones lanzadas desde las principales organizaciones científicas que se
dedican a este campo? Vayamos por partes.
Que la RCP permite salvar vidas no admite dudas. Las cifras, aunque abundan, a menudo no son
globales ni exactas. Sin ir más lejos, en España no
existe un registro general uniforme y consensuado
de las paradas cardiorespiratorias (PCR)extrahospitalarias que permita conocer de forma exacta su frecuencia, incidencia, circunstancias, desarrollo de la
RCP y resultado final a corto y largo plazo. En su lugar, pueden encontrarse los resultados locales circunscritos a una unidad asistencial, un área geográfica o, a lo sumo, una comunidad autónoma. Con
todo, puede situarse la incidencia de la PCR entre
0,1 y 0,5 por 1.000 habitantes y año,el retorno a la
circulación espontánea en la escena entre el 20% y
el 25% y la supervivencia al alta hospitalaria por debajo del 10%1-4. Una reciente revisión que incluía
datos de 142.740 PCR extrahospitalarias atendidas
durante un periodo de 30 años constataba que si
los testigos iniciaban maniobras de RCP, las probabi-

lidades de sobrevivir al evento podían incrementarse
hasta en 5veces5, si bien estas maniobras se iniciaban en menos de la mitad de los casos. Existe,
pues, un déficit de formación patente. La facilidad
de aprendizaje de la RCP básica se ha demostrado
una y otra vez en colectivos legos, utilizando diferentes medios, en ocasiones con rendimientos similares a los que se obtienen en el entorno sanitario6.
Las connotaciones pedagógicas positivas de un programa deRCP desarrollado en escuelas e institutos
incluyen, al menos, la traslación de conceptos académicos a una actividad práctica, el abordaje de la
muerte en el entorno educativo, la toma de conciencia respecto a actitudes de vida saludables, la
ayuda a encarar situaciones urgentes en general y la
mejora global de la autoestima del alumno7. Cuando han sido preguntados, tanto profesores comopadres han considerado esta actividad como relevante y su predisposición a introducirla en el marco
escolar ha sido buena7,8. Y cuando se ha aplicado,
los alumnos han mostrado grados de satisfacción y
de aprovechamiento altos, y en este sentido, el rendimiento alcanzado es generalizado y en buena parte independiente del rendimiento académico como
tal9-11. Y respecto a los recursos que consume, eltiempo de implementación no supera, en los casos
más largos, las 8 horas anuales11,12, y los costes,
cuando el programa se fundamenta en una enseñanza piramidal (de instructores acreditados a profesores, y de éstos a alumnos)11-13 o se exploran fórmulas imaginativas14, pueden considerarse bajos.
Por otro lado, tampoco puede decirse que no
existan iniciativas en España para trasladar los...