Art Culos 1

Problemas con los vecinos
Si en algo le ha ido muy bien a Juan Manuel Santos, es en la recomposición de las relaciones con los vecinos.
Sin embargo, en las últimas semanas las cosas se han caldeado con Panamá, mientras que con Venezuela se vive una nueva andanada de acusaciones por parte del presidente Nicolás Maduro, luego del asesinato de un diputado a la Asamblea Nacional. Aunque se esperaque la sangre no llegue al río, son temas de cuidado que tienen a la canciller María Ángela Holguín multiplicándose por dos.
En el primer caso, un asunto aparentemente técnico terminó escalando a lo político. Tras un año de negociaciones bilaterales entre las autoridades económicas de ambos países, se esperaba que Panamá suministrara a Colombia información financiera sobre algunos colombianos quetienen cuentas allí. ¿El motivo? Por un lado, el gobierno Santos adelanta una cruzada contra la evasión fiscal y, por el otro, busca afanosamente ingresar a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), y por ello debe tener transparencia en materia de políticas financieras y tributarias. Dado que en Colombia la evasión fiscal es alta, una muy buena parte de la misma puedeser hacia el país vecino. De ahí la importancia del acuerdo.
Como la negociación terminó en tablas el 8 de octubre, el ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas, declaró a Panamá como paraíso fiscal, dando un plazo para que el primero de enero de 2015 Panamá acceda a firmar el acuerdo. La retaliación vecina no se hizo esperar: si en siete días no se levanta el señalamiento, aplicarán la “retorsión”,es decir, represalias de diversos tipos contra las inversiones colombianas, los turistas y varios etcéteras. Así las cosas, el presidente ordenó buscar una salida mediante el diálogo. La canciller Holguín y la vicepresidenta y canciller panameña, Isabel de Saint Maló, no lograron un acuerdo el viernes anterior, expresando que “seguiremos dialogando de manera ininterrumpida hasta encontrar unacuerdo”. Ese es el camino, no hay otro.
Panamá sabe que este es un tema de transparencia esencial. Ya han firmado acuerdos similares con otros países del mundo para quitarse de encima el señalamiento que les hace la OCDE. Más que fijar plazos perentorios, se impone la mesura y la búsqueda de una solución concertada. Lo sensato es continuar este diálogo alejados de la diplomacia del micrófono. En manosde las dos cancilleres está encontrar humo blanco, pues son demasiadas cosas las que están en juego.
El otro tema es el del brutal asesinato del joven diputado Robert Serra. Como suele suceder en el país vecino, en medio de un alto número de homicidios que hacen de Venezuela uno de los países más violentos del mundo, la forma de esquivar la responsabilidad interna fue echarles la culpa a losparamilitares colombianos, dirigidos, a su entender, por el expresidente Álvaro Uribe Vélez. Con Uribe se puede disentir en lo ideológico. Tiene simpatía y contactos con sectores radicales de la oposición venezolana. Pero la idea de señalarlo como el cerebro gris de una invasión paramilitar a Venezuela para asesinar diputados, es sencillamente delirante. Parecería que el homicidio se debió adelincuencia común “por diferencias con el jefe de escoltas”, como lo mencionó el diputado chavista Fredy Bernal. El móvil pudo ser el robo y se menciona a un delincuente conocido como el Colombia, involucrado en el mismo.
Para nadie es un secreto que a Maduro las cosas no le están saliendo bien. Los precios del petróleo vienen en descenso, el desabastecimiento está a la orden del día y medidas como cerrarla frontera con Colombia para evitar el contrabando son pañitos de agua tibia.
En vez de estar usando a Colombia o a connacionales como trompito de poner para esquivar sus propios errores, los cuales tienen a su país sumido en una condición crítica, mejor haría como jefe de Estado en poner la casa en orden y tratar de corregir el rumbo de un barco que hace agua por todos lados.

Editorial: A las...