Arte, Política Y Moral

Arte, Política y Moral

En la intensa polémica de mediados de siglo entre los partidarios del arte por el arte, representado paradigmáticamente por Paul Valery, y el arte comprometido, quien contaba en Jean Paul Sartre como su principal adalid, pareciera que éste último hubiera sido definitivamente derrotado a pesar de sus éxitos iniciales. Sin embargo, en Sartre, junto a su fuerte cargapropagandística, revolucionaria e ideológica, había al menos aliento moral: quería contribuir a que se produzca cierto cambio en la sociedad que lo rodeaba. El artista no debía confinarse en las esquiciteces del mundo estético sino que era instado a asumir la responsabilidad moral, política y cultural de su arte: "todos los escritores de origen burgués han conocido la tentación de lairresponsabilidad". Sartre identificaba la literatura y el arte con el compromiso moral y libertario. Así en Qué es la Literatura, obra de 1948, dice:"Nadie puede suponer por un sólo instante que sea posible escribir una buena novela en alabanza del antisemitismo". En una nota, Sartre desafía a quienes no comparten su opinión a que no se refugien en teorías abstractas y le muestren una novela semejante.
Lascosas no son tan sencillas. Después de comprobar los sangrientos sucesos que han surcado nuestro siglo, podemos concluir que es injustificada la ciega confianza que nuestros modernos ilustrados han depositado en el poder moralizador de la educación liberal. Las humanidades no humanizan, e incluso, pueden inducir a la barbarie si no va acompañado de la forja del carácter en la práctica de lasvirtudes. Esta comprobación sumía a George Steiner en la perplejidad y constituía una de sus obsesiones más recurrentes. Según él, está comprobado, aun cuando ni nuestras teorías de la educación ni nuestros ideales humanistas lo hayan entendido, "el hecho de que un ser humano puede tocar la obra de Bach por la tarde, y tocarla bien, o leer a Pushkin, y leerlo con gran comprensión, y la mañana siguienteir a cumplir con sus obligaciones a Auschwitz y en los sótanos de la policía". Algunas de las formas más extremas de inhumanidad y barbarie política han coincidido con obras que los más calificados críticos han colocado a la cabeza de la literatura moderna. Sin ir más lejos, desde hace algún tiempo se están echando a volar campanas en honor de Louis-Ferdinand Celine y se empieza a destacarlo comouno de los escritores más influyentes de la novelística moderna. En Celine, como en tantos otros, se da esa coexistencia de un talento literario de primer orden con una evidente falta de moralidad en su persona y sus escritos. No es sólo un problema estético, sino político y moral, pues el arte no es una dimensión más que se pueda añadir a otras (biológica, psicológica, social, económica), sinoque influye en la totalidad del mundo humano.
Para que no se piense que me refugio en teorías abstractas puede ser útil recordar la verdad sobre Louis Ferdinan Celini. En 1937 publicó Bagatelles por un massacre , obra en la que clamaba por la extirpación de todos los judíos de Europa, describiéndolos como basura, como bazofia subhumana de la que había que deshacerse completamente si se deseabaque la civilización volviera a cobrar vigor y la paz fuese conservada. Un segundo tratado antisemita, L' Ecole des cadavres , apareció en 1938. En Les beaux draps, publicado en 1941, Celine culpa de la derrota y las desgracias de Francia a las intrigas, traiciones y a las conocidas asquerocidades de las influencias semíticas. Estos estridentes textos sin duda avivaron los ánimos, por no decir queencendieron el polvorín de odio y violencia. En 1943, cuando niños y mujeres eran deportados de todos los rincones de Europa, torturados y convertidos en cenizas anónimas, Celine vuelve a publicar Bagatelles por un massacre , ahora sí, acompañado de convenientes fotos antisemíticas. Con su peculiar estilo, impactante y directo, muestra al judío como un aborto racial, un conglomerado de pesadilla...