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MODELO ESCOLAR EN 1 RANSFORMACION Y FORMACIÓN DE LA PERSONALIDAD
3. Escuela y formación íe la personalidad
¿Cómo puede la escuela a >umir este reto de articular la racionalidad con la subjetividad?. Ya m- es posible seguir transitando por las respuestas radicionaies, c ue suponían que el alumno llegaba a la escuela con el núcleo bási o de su personalidad ya desarrollado y su función seconcentraba en preparar para la integración social, esto es, brindar informaciones, conocimientos, valores, actitudes, comunes a odos y que se especializaban o particularizaban para responder a los requerimientos del desempeño de roles sociales relativamen :e estables y c denados jerárquicamente.
Estamos, er cambio, ante un abanico de posibles escenarios sociales donde la int ígración y la c jhesiónsocial deben ser promovidos sobre la base de compromisos y acuerdos libremente discutidos.
Dos líneas de análisis se a >ren a partir de este punto. La primera se refiere a la cuestión de los contenidos de la socialización escolar, mientras qu ; la segurda s refiere al diseño institucional de las acciones edi cativas. S\ bien ambas dimensiones están íntimamente ligadas, quisiera concentre "me enlos contenidos de la socialización, haciendo ale unas referenc 3S marginales al problema institucional.
3.1. Forma :ión de la peí sonalidad y formación cognitiva
En primer lu :jar, me pareo inmportante comenzar afirmando que el cambio más significativo q e producen las nuevas demandas a la educación es que ella debe á incorporar en forma sistemática la tarea de formaciór de la persone lidad.Esta demanda proviene, por un lado, de los :ambios en la amilia descriptos en el punto anterior. Pero además, la demanda )roviene de los cambios en los patrones de desempeño : ocial y produc :ivo. El desempeño productivo y el desempeño < iudadano reqi ¡eren cada vez más, el desarrollo de una serie de cap; cidades comu íes, tales como el pensamiento sístémico, la solidaridac, la creativida 1, lacapacidad de resolver problemas, la capacidad de trabajo en ec Jipo, que no se forman ni espontáneamente ni a trav ;s de la mera adquisición de informaciones o conocimiertos. La escuel -o, para ser más prudentes, las formas institucionali :adas de educ ción- deben, en síntesis, formar no sólo el núcleo básia del desarrolle cognitivo sino también el núcleo básico de la persone lidad. Esto su >oneque la escuela deberá tender a asumir carac:erísticas je una institución tota!. Si bien estas

características de institución ;otal ya estaban presentes en-el modelo tradicional, pai ticularmente c n los primeros grados de la escuela primaria, ahori aparecen cor io una demanda que crece para el conjunto del si ;tema.
La mayor incorporación de actividades vinculadas a la formación de lapersonalidad n ) implica, de r nguna manera, abandonar la función cognitiva de la educación. Sil embargo, el desarrollo de esta función no podrá segur orientándose de acuerdo a los patrones tradicionales de transmisión y acumulaciór de información. En este aspecto, el problema más mportante qu i deberá resolver la escuela es definir cómo promove" el deseo de 3 aber frente a la sobre-informacion que existeen la soc ¡edad y cómo cormar los marcos de referencia para procesar la infcrmación disponible. Para decirlo en palabras del Informe Delors la función co jnitiva de la educación debe responder ahora al desafío de aprender a aprender, para que podamos ser capaces de edicarnos a lo largo de toda la vida.
Por este motive, también los métodos de enseñanza estarán enfrentados a 13s demandas emayor ajuste a ritmos y diferencias personales en t I desarrollo de las capacidades cognitivas. En el modelo tradicicnal, basado er brindar informaciones y conocimientos, las metodologías eran frontal s. No había ni trabajo pedagógico personalizado r i trabajo grup ü o de equipo. La cohesión social se lograba más bien como producto de la acción global del "sistema" y no a través de as prácticas p...