Basta de historias
¿Se trata de una manera saludable de promover el orgullo y la unidad nacional? ¿O esta obsesión con la historia --que se manifiesta en todos losórdenes, desde los últimos best-sellers hasta los debates en los programas periodísticos de televisión-- es algo que está distrayendo a los países de la urgente tarea de concentrarse en el futuro,para hacerse más competitivos y reducir la pobreza?
En las últimas semanas, varios jefes de Estado han presidido solemnes ceremonias de exhumación de los restos de los héroes de la independencia de suspaíses.
En Venezuela, el presidente Hugo Chávez paralizó el país para desenterrar los restos del libertador Simón Bolívar en una ceremonia televisada a nivel nacional, tras la cual anunció conmovidoque había encontrado dentro del ataúd una bota y "la perfecta dentadura'' del prócer de la independencia.
La broma que circuló en círculos opositores venezolanos tras la trasmisión de la exhumaciónde los restos de Bolívar era que "Chávez no le mostró a Venezuela los restos de Bolívar, sino que le mostró a Bolívar los restos de Venezuela''.
Chávez ordenó la exhumación para investigar las causasde la muerte de Bolívar, que según el se habría producido "en circunstancias misteriosas'' y podría haber sido un asesinato perpetrado por "la oligarquía''. Bolívar murió el 17 de diciembre de 1830en la ciudad colombiana de Santa Marta, y prácticamente todos los historiadores coinciden en que murió de tuberculosis.
Tras desenterrar los restos de Bolívar, el gobierno venezolano anunció el 29 deagosto que --como parte de la misma investigación-- se exhumarían los restos de dos hermanas de Bolívar. El vicepresidente Elías Jaua dijo que los médicos forenses extraerían un diente de cada una...
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