Bicentenario

Se waltdisneyliza Don “Bicente… nario”
¿Cómo hablar de independencia al joven sin educación ni trabajo, oportunidades que su país le niega? ¿Cómo hacerlo con los sindicalistas burlados, con los ofendidos por la inoperancia y la ineptitud de un régimen sin proyecto y sin conciencia social?
Porque la oportunidad de conmemorar el Bicentenario de la Independencia y el Centenario de la Revolución,con una revaloración de la historia y una reflexión, y hasta un replanteamiento del proyecto de nación que han pedido especialistas y ciudadanos, parece que se pierde.
Porque el PAN nace como un partido de cuadros, pues su fundador Manuel Gómez Morín lo formó para integrar un grupo selecto, que iba en contra del ideario revolucionario cardenista, y se convierte en refugio de los sectoresconservadores que no comulgaban con las tesis de Cárdenas, integrándose así el sector de la derecha.
Por eso, el gobierno federal, de extracción panista, comete absurdos en las celebraciones porque no tiene nada que conmemorar, porque no sabe qué conmemorar. No es posible que los nuevos criollos en el poder estén conmemorando la Independencia y menos aún la Revolución.
El gobierno celebra con actosdemagógicos, porque le sirven para manifestar una supuesta continuidad entre los héroes y el gobierno en turno, es decir, unos consiguieron la libertad de la patria, y otros supuestamente la preservan.
El sector oficial hace de la celebración una historia de efemérides y resalta detalles chuscos o aspectos de la vida personal: no es casual, hay una intención de hacer la historia a su modo, deshacerconceptos como revolución y todo lo que unió procesos que pudieran despertar la conciencia ciudadana.
Por ejemplo, la exhumación de las osamentas de los héroes, es demagógica, cuya idea básica es fortalecer la legitimidad de la administración federal mediante el uso político de la historia. No tiene como finalidad la difusión de la historia; es una tomadura de pelo pretender reducir el traslado deunos huesos al fondo de la reflexión histórica. Además, reanimó la polémica por la “frivolidad” y el “desatino” con que el gobierno calderonista festeja el Bicentenario, y revivió además el viejo debate sobre su identidad y autenticidad, así como sobre el incierto destino que tuvieron los de José María Morelos, y para fortuna, se reconocieron los de nuestro héroe Pedro Moreno.
Muchos lo vieroncomo el “pan y circo” que no aporta al logro de la justicia social, libertad o igualdad que motivaron la lucha insurgente, y han exigido a las autoridades que dejen de “manosear” a los héroes y les permitan “descansar en paz”, pues la verdadera forma de honrarlos es hacer realidad sus ideales y difundir sus pensamientos.
Y los mexicanos comunes, ¿debemos celebrar?, ¿lamentarnos? Si lo hacemos apartir de lo que ha pasado en el país en los últimos 20 años, no tenemos que celebrar porque las revoluciones están siendo destruidas en la práctica.
Estamos en una época contrarrevolucionaria y lo único que podemos celebrar es que no hay reacción que dure cien años ni pueblo que la aguante.
Es lamentable que los mexicanos no nos demos cuenta de que lo que se consiguió con el movimiento derevolución e independencia, se está perdiendo, y tenemos en el gobierno a los nietos de los hacendados. Tienen el control sobre los medios de comunicación y si no buscamos la manera de informar a la gente, estaremos peor.
Debemos reflexionar en temas vinculados con la historia, como la injusticia social; eso es lo que se debe analizar, porque tenemos un país cada día más pobre, y lo que debemos debatir escómo resolver la desigualdad social y mejorar la igualdad política; aparte de la soberanía nacional.
También es históricamente falsa la campaña gubernamental que reza que se cumplen “200 años de ser orgullosamente mexicanos”, cuando el término mexicano no se usaba hace dos siglos, y en 1810 no se consiguió la independencia.
Son clichés de propaganda y estamos en manos de la mercadotecnia....