bienvenida
Un relato antiquísimo de Egipto
Voy a contarte algo que me ocurrió cuando iba a las minas del Soberano y había bajado a la Muy Verde a bordo de un navío de ciento veinte codos de largo y cuarenta de ancho. Ciento veinte marinos formaban su tripulación, lo más selecto de Egipto: ya vigilasen el cielo o bien la tierra, su corazón era más intrépido que el de los leones.Podían anunciar, antes de que estallara una tormenta o una tempestad.
Una tormenta se desencadenó cuando estábamos en la Muy Verde y antes de que llegásemos a tierra. Seguimos navegando, pero arreció la tormenta, provocando una ola de ocho codos. Luego, zozobró el navío y no sobrevivió ninguno de sus tripulantes. En cuanto a mí, fui arrojado en una isla por una ola de la Muy Verde. Pasé tres díassolo, con mi corazón como única compañía; inerte pero protegido por un árbol, abracé la oscuridad. Luego estiré las piernas en busca de algo que llevarme a la boca. Encontré higos y uvas, hortalizas magníficas de todo tipo, frutos de sicomoro y pepinos como si fueran cultivados. Había también peces y aves. En realidad, se encontraba de todo. Entonces, después de saciar mi hambre, arrojé al sueloparte de esos víveres, pues eran demasiado abundantes para llevármelos. Luego, con unos maderos encendí fuego y celebré un holocausto a los dioses
Entonces oí un ruido de trueno: pensé que era una ola de la Muy Verde. Los árboles crujieron y tembló la tierra. Cuando me descubrí el rostro, vi que venía una serpiente: medía treinta codos y su barba era superior a dos codos; sus miembros estaban ELRELATO DEL NAUFRAGO
Un relato antiquísimo de Egipto
Voy a contarte algo que me ocurrió cuando iba a las minas del Soberano y había bajado a la Muy Verde a bordo de un navío de ciento veinte codos de largo y cuarenta de ancho. Ciento veinte marinos formaban su tripulación, lo más selecto de Egipto: ya vigilasen el cielo o bien la tierra, su corazón era más intrépido que el de los leones. Podíananunciar, antes de que estallara una tormenta o una tempestad.
Una tormenta se desencadenó cuando estábamos en la Muy Verde y antes de que llegásemos a tierra. Seguimos navegando, pero arreció la tormenta, provocando una ola de ocho codos. Luego, zozobró el navío y no sobrevivió ninguno de sus tripulantes. En cuanto a mí, fui arrojado en una isla por una ola de la Muy Verde. Pasé tres días solo, conmi corazón como única compañía; inerte pero protegido por un árbol, abracé la oscuridad. Luego estiré las piernas en busca de algo que llevarme a la boca. Encontré higos y uvas, hortalizas magníficas de todo tipo, frutos de sicomoro y pepinos como si fueran cultivados. Había también peces y aves. En realidad, se encontraba de todo. Entonces, después de saciar mi hambre, arrojé al suelo parte deesos víveres, pues eran demasiado abundantes para llevármelos. Luego, con unos maderos encendí fuego y celebré un holocausto a los dioses
Entonces oí un ruido de trueno: pensé que era una ola de la Muy Verde. Los árboles crujieron y tembló la tierra. Cuando me descubrí el rostro, vi que venía una serpiente: medía treinta codos y su barba era superior a dos codos; sus miembros estaban recamados deoro, sus cejas eran de verdadero lapislázuli; avanzaba con prudencia.
Abrió la boca hacia donde yo estaba, de bruces ante ella, diciéndome:
-¿Quién te ha traído hasta aquí, quién te ha traído, pequeño? ¿Quién te ha traído? Si tardas en decírmelo, pronto te darás cuenta, pues te reduciré a cenizas, de que te has convertido en algo invisible.
Y respondí:
-Me hablas y no entiendo lo que me dices.Estoy frente a ti y he perdido el sentimiento.
Entonces me cogió en su boca, me llevó a su guarida, donde me liberó sin rozarme, sano y salvo, y sin quitarme nada. Abrió la boca hacia donde yo estaba, de bruces ante ella, y me dijo:
-¿Quién te ha traído hasta aquí, quién te ha traído, pequeño? ¿Quién te ha traído a esta isla de la Muy Verde, cuyas riberas baña el mar?
Después de relatarle el...
Regístrate para leer el documento completo.