Bioetica
El complejo caso de interculturalidad se ha instalado en torno a la salud de un niño Mbya en Misiones-Argentina.
El niño guaraní es Julián Acuña (3 años), de la aldea Pindó Poty,ubicada a 35 kilómetros aproximadamente de la zona urbana de El Soberbio.
En Misiones hay 75 comunidades aborígenes como la de Pindó Poty, diseminadas por el exhaustivo monte. Son visitados por asistentessociales, que les proveen alimentos y les brindan servicios sanitarios. En una de esas incursiones, vieron a Julián, un niño de tres años, con poca salud.
Julián fue junto a Crispín Acuña, su papáde 20 años de edad, y Leonarda, la mamá de 17 años, al hospital de El Soberbio. Tras dos días de internación, los padres se volvieron con el chico al paraje, convencidos de que la medicina deguardapolvo no funcionaba en este caso. En ese centro de salud dieron cuenta a la Justicia de que los aborígenes rechazaban el tratamiento. Tomó intervención la jueza Julia Alegre, quien, a los pocos días,envió un patrullero a Pindó Poty, a buscarlos. Los llevaron al hospital de Posadas. Tras su internación en el hospital Provincial de Pediatría, de dicho lugar, fue derivado con un cuadro de cardiopatíacongénita, al hospital de Niños Ricardo Gutiérrez de Buenos Aires, los médicos del Gutiérrez le detectaron un tumor cardíaco agravado por una inflamación.
En el Gutiérrez, a Julián se le realizóuna biopsia que fue efectuada con elementos de alta complejidad, pero a pesar de ello no permitió tener un diagnóstico, indicó el director del hospital, Carlos Cánepa. Según el mismo, para saber si eltumor es benigno o maligno se le debía practicar una cirugía a cielo abierto. Es una intervención de alto riesgo, y de alta escuela, que implica parar el corazón entre otras maniobras. No podían...
Regístrate para leer el documento completo.