cancer
En la medida que Mill va atacando esos supuestos, ataca también la premisa mismaestablecida por Bentham, y deja a su propia teoría sin sustento posible. Si es Bentham quien tiene razón, y si se acepta su premisa, tiene que ser posible llevarla hasta sus últimas consecuencias. Es lo que hace un pensador contemporáneo quien, fuertemente influido por el utilitarismo materialista, iguala de algún modo los placeres de hombres y animales. Peter Singer, en su obra Liberación animal,llega hasta el final con la premisa benthamiana, y postula la liberación animal: no es posible, si lo único que realmente vale es el placer material, que los hombres provoquemos dolor en los animales. Por el contrario, si verdaderamente queremos buscar la máxima felicidad universal, debemos considerar también en la adición total de placeres y dolores a los animales. Esto llevará a su liberación,al fin del dominio establecido por los hombres sobre los animales. Por absurdo que parezca, es ésta una postura absolutamente coherente con el supuesto de Bentham.
Mill, más conocedor de la realidad humana en cuanto capta que no puedenser iguales los placeres animales a los humanos, pero menos riguroso en cuanto es incapaz de cambiar el primer postulado benthamiano, se ve obligado a repletar dematices la noción misma de felicidad. Y esos matices van complicando la posibilidad misma de viabilidad real de su teoría. Por ejemplo, al realizar la distinción entre placeres inferiores y superiores, señala que será superior aquel que sea elegido por quien haya experimentado ambos placeres. El problema que ello presenta no es difícil de descubrir: sólo puedo saber qué placer es mejor que otrohabiéndolos experimentado todos, condición más bien irrealizable. La otra opción, como apunta Alejandra Carrasco, es seguir la opinión de aquel que sí los haya experimentado, caso en el cual se plantea una suerte de paternalismo, posibilidad abiertamente rechazada en Sobre la libertad.
En perfecta concordancia con su espíritu ilustrado Stuart Mill sostiene que la doctrina utilitarista es la que, sinduda alguna, mayores beneficios podría reportarle a la humanidad toda. Además, con esta ética el hombre se hace bueno pues debe preocuparse del bien de los demás: "pocos cuyo espíritu de cabida a la moral, consentirían en pasar su vida sin conceder atención a los demás excepto en lo que obligase a sus intereses personales" (pág. 163).
En el capítulo cuarto de El utilitarismoMill estudia losconceptos de virtud y voluntad. En este capítulo es muy clara la distancia que toma Mill respecto de la teoría ética clásica. En el fondo, Mill intenta acomodar estos conceptos al materialismo inherente a su doctrina. Si el hombre sólo tiene como fin el placer, la virtud sólo puede ser aquello que nos acerque al placer: "nunca hubo un motivo o deseo original de ella [la virtud], a no ser su...
Regístrate para leer el documento completo.