Canon literario

Canon Literario

“El Canon Literario”.
Por María Luz Capello.

1. ¿Qué noción de canon están presuponiendo los autores leídos?

Tomás Eloy Martínez en el artículo titulado: “El canon literario”[1], explícitamente, manifiesta dos concepciones diferentes de canon, planteadas desde ópticas diferentes.
La primera definición, desde el punto de vista de los docentes, postula al canonliterario como: “una regla o alguna cosa que se debe creer u observar en adelante”[2]. Esta concepción plantea al canon como un dogma que coarta la libertad encarnada por la literatura.
La segunda definición, desde la óptica del lector, plantea que el canon es “una ancla, una certeza” ya que contiene aquellos textos u obras de los que el lector no puede prescindir ni ignorar. Cada personaelabora su propio canon a lo largo de su vida, lo va “tejiendo” con los libros que relee por pasión y deseo.
Estas dos concepciones son las que subyacen a lo largo del artículo de Martínez, pero no desvinculadas una de otra sino que se relacionan, particularmente, en el canon de la literatura Argentina. En esté, según Martínez, se puede percibir que hay un tronco estable de escritores canónicosformado por: “Sarmiento, Hernández, Lugones y Borges” pero de ellos se desprenden diversos autores que cada lector, en sus lecturas diarias, incluye en su canon.
Los mismos autores canónicos conjuntamente con otros miembros importantes de la política y la cultura son los que influenciaron e influencian la conformación del canon literario argentino y marcaron ciertos “dogmas” a seguir. Estossiempre estuvieron avalados por diversas instituciones o entidades culturales.
El Martín Fierro fue canonizado por Leopoldo Lugones como la obra Argentina por excelencia. El mismo se constituyo en una herramienta eficaz y efectiva para la unificación nacional que se veía amenazada por los aluviones migratorios. Siglos después, Borges puso a Lugones en el centro de canon literario argentino ala vez que se proclama su heredero.
Borges va más allá de establecer un autor como canónico, él se auto-proclama como canónico. Y como tal, en una clase que dicta en 1951, expone ciertos “principios” que van a influenciar el devenir posterior de la literatura Argentina. El primer “principio”, manifiesta que el color local o ciertos rasgos diferenciales no eran suficientes para definir unlibro como argentino. El segundo, plantea que para ser escritor argentino era preciso negarse a ser sentimental. Finalmente, postula que la calidad de un escritor nada tiene que ver con el ritmo con que se venden sus obras. Hablan con desdén de la difusión masiva su propia obra. Estos principios fueron seguidos por muchos escritores que borraban hasta la más inocua expresión de sentimentalismo.Pero siempre hay escritores que rompen con lo establecido canónicamente y así fue como a comienzo de los años setenta la obra de Puig rompió con lo establecido por Borges: su obra encabezaba la lista de Best-sellers y caía en las facilidades de lo sentimental.

El artículo titulado: “Abelardo Castillo, lector de Borges, Arlt y Merechal”[3] escrito por Jorge Dubatti plantea como AbelardoCastillo, escritor argentino, diagrama su canon literario argentino. El escritor explícita sus autores canónicos y aquellos marginales (aquellos que están fuera del canon literario argentino). Entre los primeros cita a Marechal, Arlt y Borges, “la santísima trinidad de la prosa nacional de este siglo”[4]; agrega a esta lista, además, autores como Cortázar, Bioy Casares, Sábato, Tizón, Güiraldes.Entre los segundos cita a Larreta, Macedonio Fernández, Gálvez, Capdevila.
Subyace en este artículo la idea de canon literario como un conjunto de autores y obras variadas seleccionadas a partir de criterios y valoraciones subjetivas como el propio gusto estético de una persona particular, en este caso Abelardo Castillo. Éste plantea su propio canon literario a partir de su posición de lector....