Caso numar
Desde hace varios años, el mercado costarricense ha venido conviviendo con el slogan “Grupo Numar, de la Mano con la Comunidad”. Sin embargo, nunca antes ha sido tan cierta esta frase como ahora, gracias a la preocupación ambiental de la empresa. En efecto, en junio de 1996, la empresa se había propuesto transformar y mejorar radicalmente el proceso de utilización de aguas con el fin de que los niveles de uso y contaminación se redujeran significativamente. Para entonces, el Ministerio de Ambiente y Energía del Gobierno de Costa Rica exigía mediante una nueva ley (Anexo 1) una mejor utilización del recurso hídrico. Pero la alta dirección de la empresa estaba dispuesta, no solo a cumplir con la nueva legislación, sino que a establecer estándares más altos y, así, promover el desarrollo de una cultura corporativa de protección al medio ambiente y a los recursos naturales. No obstante la buena disposición de la empresa, surgieron interrogantes antes de tomar las decisiones finales. Estas se relacionaban con el impacto financiero de las inversiones que debían realizarse y con los riesgos relacionados con la ejecución del proyecto de tratamiento de aguas.
La empresa
Numar, fundada en 1951 en San José, Costa Rica, se dedicaba principalmente a la elaboración y comercialización de aceites y grasas comestibles, bajo las reconocidas marcas líderes del mercado “Clover Brand” y “Numar”. Además, la empresa producía y abastecía a la industria local con materias primas tales como: aceite de coquito, cremelado, parafán, oleína, ácidos grasos, estearina y palma desodorizada. La compañía contaba con 280 empleados que estaban agrupados bajo una Gerencia General y siete Gerencias Departamentales. Las operaciones productivas estaban localizadas en una zona residencial de clase media baja, en un terreno de tres hectáreas de extensión, donde las instalaciones de producción utilizaban la mitad del espacio disponible. La empresa utilizaba tres turnos de producción1 y contaba con una capacidad instalada cercana a las 250 toneladas diarias de producto terminado. Así, el promedio de producción de los últimos años había alcanzado una cifra cercana a 80,000 toneladas anuales (80 millones de kilos). La producción de aceites y grasas se iniciaba cuando se recibía la materia prima que consistía en aceite crudo de palma. El “crudo” llegaba al plantel y era almacenado en tanques para iniciar posteriormente el proceso de refinamiento. Este proceso comprendía tres fases: desgomar, blanquear y refinar, las cuales eran necesarias para eliminar impurezas y dejar el aceite apto para consumo humano. Se realizaban luego los procesos de fraccionamiento e hidrogenación, mediante los cuales se modificaban las propiedades físicas y químicas de las grasas con el fin de elaborar los diversos tipos de mantecas y margarinas. Finalmente, se procedía a empacar los diferentes productos y a su posterior distribución.
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Se operaba 360 días por año
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La encargada de la distribución del aceite, de la margarina y de la manteca era una compañía subsidiaria de Numar. Que a su vez distribuía productos de otras empresas.
La industria de grasas y aceites
Nivel Internacional Las grasas y aceites comestibles con productos importantes para el consumo humano; por lo tanto, su comercialización se ha generalizado en todas partes del mundo. Se estimaba que en 1994, la producción mundial de estos productos representaba US$110,000 millones, de los cuales un 60% fueron destinados a los mercados domésticos y el resto fue destinado al comercio internacional. Las grasas ...
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