Caso práctico

Guadalupe Guillén Regaña
Curso: 2009/10
4º Pedagogía
Grupo P-4
El caso de “Pedro de Valencia”

Nos encontramos en un colegio público de primaria de la pequeña localidad de Zafra, en Badajoz. Zafra es una ciudad pequeña, de unos 16.000 habitantes. Está situada al suroeste de la provincia, siendo uno de los municipios más importantes de esta, cabeza industrial de lacomarca de Zafra - Río Bodión y la capital del sur de Extremadura. Se espera que en los próximos años llegue a duplicar su población debido a su estratégica situación en el centro de un importante nudo de comunicaciones que unen varias capitales provinciales y regionales: Badajoz, Mérida, Sevilla, Huelva y Córdoba.

En él hay cinco colegios pero he escogido en el más antiguo datando en losaños 30, es probable que comenzase a funcionar a finales de 1935 o principios del 36, un pequeño colegio de infantil y primaria, el Colegio Público “Pedro de Valencia” en el que me voy a centrar, se halla situado en pleno centro de la localidad, es esta la característica que le distingue y que al mismo tiempo va a determinar el que acudan a él alumnos que por su residencia pertenecerían a otroscentros. En lo referente a las familias de los alumnos en general su nivel cultural es medio bajo. Dispone de quince unidades, tres para infantil y doce para primaria y en él trabajan 19 profesores: 3 de educación infantil, 7 de primaria, 2 de inglés, 2 de Educación Física, 1 de Religión, 1 de Pedagogía Terapéutica, 1 de Audición y Lenguaje y 2 de Música.

El colegio era algo antiguo,tenía dos plantas: la planta baja, en la que estaban las clases de infantil, el gimnasio, el salón de actos y los despachos del director y del jefe de estudios, y la primer aplanta, donde estaban todas las clases de educación primaria.

Las clases tenían pupitres antiguos, mesas viejas y algo desgastadas, un encerado con algunas tizas y una gran estantería para que los alumnos colocasen susmateriales escolares. Las ventanas eran amplias y permitían la entrada de mucha luz, pero a don Manuel le molestaba la luz y siempre refunfuñaba cuando entraba en las clases, en uno de sus controles rutinarios y veía las persianas subidas hasta arriba. Uno de los elementos que había en cada clase era un crucifijo con la figura de Jesús, que según testimonios de la gente de la época coincide en elrecuerdo de la bendición de 12 crucifijos a cargo del cura-párroco D. Daniel Gómez Ordoñez, salcedote que estuvo en Zafra durante 30 años y que gestionó otras importantes obras como la restauración de la ermita de Belén o la propia Parroquia de la Candelaria. Esto se consideraba como un elemento primordial en la definición cultural del centro y constituía una de las bases de su identidad.Pues bien, como todos los días, los niños iban al colegio, se situaban en el patio en orden, uno detrás de otro y en sus correspondientes filas. Se oían ruidos y murmullos entre ellos hasta que el director, Don Manuel, entraba.

- “Buenos días”, decía el director con un tono serio, postura erguida y rígida y cabeza alta.
- “Buenos días, Don Manuel”, contestaban decenas de vocesinfantiles al saludo del director.

Después de ese breve contacto con los niños, el director se dirigía a su despacho y se encerraba durante las primeras horas del día. Los niños, mientras tanto, subían a sus correspondientes clases en fila y guiados por sus profesores: primero subían los más pequeños, los de 1º y 2º de Primaria, ya que los de infantil se quedaban en la planta baja; y luego,los de los demás cursos. Transcurridos unos minutos, todos los grupos se disponían en sus respectivas clases y comenzaban con la rutina.

El director había convocado una reunión del claustro después de las clases para informar a los profesores de algunos acontecimientos. Al finalizar la jornada escolar, los profesores bajaron a la Sala de Profesores y fueron sentándose uno a uno en sus...