Cerebro

Al rescate del cerebro
El aumento de vida ha sido uno de los logros más grandes en el ámbito de la medicina; sin duda alguna el deterioro cognitivo y la perdida de la memoria propias de la edad longeva son aún un gran reto para la ciencia por lo cual deben de superar
La gran parte de la población mexicana tiene una esperanza de vida hasta 70 y 75 años. Incluso hay personas que puedensobrepasar los 80 años, aunque en el 1930 el promedio de edad para un mexicano era hasta los 34 años. Gracias a los avances de la medicina en la actualidad el promedio de vida ha aumentado pues han logrado detener el azote de varias enfermedades-. Pero también de las políticas de desarrollo económico y calidad de vida de los países, sobre todo en lo que respecta a saneamiento, educación y nutrición.Además, otras áreas de investigación como la biotecnología y la medicina regenerativa han prometido que en un tiempo no muy lejano aumentara el promedio de vida y tener un cuerpo todavía más sano. Claro que esto no quiere decir que viviremos de una mejor manera. De poco servirá ser longevo si no se tiene la salud mental lo que permite que todo el cuerpo funcione. En algunos países donde el promedio devida ronda los 80 años, ya es posible observar la magnitud de este problema: la necesidad de ayuda especial para el cuidado de personas mayores y los gastos en pensiones requieren fuertes sumas de dinero que el Estado y la población más joven deben cubrir. En este sentido padecimientos neurodegenerativos como la pérdida de memoria y el deterioro cognitivo- entendiendo cognición como la capacidadpara pensar, aprender y recordar-, comunes de la senectud, constituyen uno de los problemas más preocupantes pues en la mayoría de los casos resultan incapacitantes para quienes los padecen.
Úselo o tírelo
En 1956, en Estados Unidos, un joven estudiante de medicina llamado K. Warner Schaie comenzó un peculiar estudio cuyo objetivo era conocer qué sucede con la capacidad intelectual a medida queenvejecemos. Para llevar esto acabo se realizaron exámenes médicos, valoraciones psicológicas y aplicó pruebas que determinaron el cociente intelectual (IQ) de 500 pacientes entre 21 y 70 años. En 1963, siete años despues Schaie repitió el proceso; 301 personas fueron reexaminadas juntos con 996 nuevos voluntarios de hasta 77 años. Luego, en 1970, la edad aumentó a 84, y desde entonces el ensayo,conocido como Seattle Longitudinal Study, se ha efectuado de modo invariable cada siete años. Hoy cuenta con una base de datos de mas de 4,800 participantes, casa uno monitoreado de manera personal para registrar cómo sus capacidades se han modificado con la vejez y de qué manera el ambiente y otros factores influyen en este proceso. Schaie observó que luego de los 60 años las habilidades cognitivastienden a decaer. Esto no ocurre de manera igual para todos: hay quienes tienen cerebros que continúan siendo sumamente favorables después de esta edad. Para descubrir qué es lo que los diferencia del resto, los investigadores analizaron sus casos y detectaron ciertos patrones; por ejemplo, aquellos que habitaban en lugares donde podían ejercitar la conversación o leer, es decir ‘ambientesintelectualmente favorables’, mostraban un menor deterioro cognitivo.

Se descubrió que la deficiencia cognitiva, la pérdida de memoria durante la senectud, puede revertirse. Cuando los pacientes comenzaron a experimentar deficiencia de memoria, Schaie y su equipo organizaron sesiones de entrenamiento de una hora con el propósito de mejorar algunas de las habilidades de los ancianos. Al cabo de unassemanas se les volvió a hacer la prueba; los resultados fueron positivos de manera significativa, a tal grado que Schaie concluyó: “El descenso en el rendimiento mental en muchos casos se debe a su desuso y, en consecuencia, es reversible”. Su gran equipo acertó en determinar que el cerebro es un musculo, tiende a atrofiarse si no se utiliza. Así, dedujeron que el deterioro cognitivo de los...