Charlas de cafe
En un pequeño café de los portales de Tlalpan, Galeana se da a sí misma laoportunidad de platicar largamente con Hidalgo, lo cuestiona, lo enfrenta y también explora algunos aspectos controversiales de la lucha independentista.
Luego de realizar una completa investigaciónbibliográfica sobre el prócer, la historiadora está lista para verlo cara a cara. Aunque hay versiones de que se trataba de una persona desgarbada, ella prefiere imaginarlo como un hombre de tez oscura, ojosverdes, algo cargado de espaldas y con fuerte personalidad, tipo Julio Scherer.
Galeana enfrenta el reto de recrear mediante la ficción la vida de Hidalgo, pero toma con ciertas reservas la idea, tandifundida en tiempos recientes, de bajar del pedestal a los héroes de la Independencia y la Revolución, y no porque éstos sean sagrados, sino porque en su opinión existe una nueva tendenciahistoriográfica conservadora que busca despojarlos de todos sus méritos.
“Estoy muy preocupada –prosigue Galeana– de que ahora todo mundo quiere acabar con la ‘historia de bronce’, que es una frase de LuisGonzález y González que tenía un sentido positivo. Ahora hay un nuevo maniqueísmo, un intento de hacer una nueva historia oficial”, advierte.
Cuando se cumplió el bicentenario de Benito Juárez, hubovarios historiadores cercanos a la derecha gobernante que literalmente bajaron al personaje del pedestal, para poner en su lugar al arcángel Gabriel, y que también desaparecieron su nombre de cientos decalles, plazas y avenidas.Al sentirse incómodos con los personajes progresistas y libertarios, los grupos más conservadores del país han tratado de trivializarlos y al mismo tiempo poner en su lugar aotros nombres más afines a su ideología.
Quieren acabar con la historia de bronce por ser aburrida para los jóvenes, pero también quieren bajar a Hidalgo para subir a Iturbide o a Calleja, quien...
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