Cine español

Mónica León Ortiz
4º Publicidad y RR.PP. Vicálvaro

¿Cómo sería el cine español si dejaran de darse todas las subvenciones del Gobierno?
No resulta nada nuevo escuchar aquello de que el cine español no va bien, y no porque a la gente le guste ser agorera o criticar por criticar, sino porque, nos guste o no, la situación del cine de este país empieza a rozar lo insostenible.
El cine españolactual no puede separarse de las subvenciones del Gobierno. Esto no quiere decir que sin subvenciones no pueda existir cine, pero en este país, que por lo general poco puede presumir del éxito de su cine, ambos van de la mano ya sea para bien o para mal del producto cinematográfico final. El problema llega, cuando nos llegan datos de los últimos años en los que diferentes publicaciones económicas,manejando datos del ICAA, aseguraban que la inversión había llegado a superar la recaudación del cine español. Si tenemos en cuenta que hasta que el pasado año varias películas como La Celda 211 o Ágora han sido un éxito español de taquilla, por norma general la taquilla ha ido en descenso. Por lo tanto, se debería plantear seriamente qué sentido tienen estas subvenciones o si están siendo malrepartidas.
La situación deriva de la escasa preocupación que tienen en muchos casos los creadores de las diferentes producciones por ajustarse a la demanda del público, sencillamente porque sus ingresos están cubiertos en buena medida por estas líneas de subvenciones, por dinero que por imperativo legal las cadenas de televisión han de dedicar a producir cine nacional y por un sistema de cuotasen los cines, que obliga a los empresarios del sector a tener en cartel un porcentaje mínimo de cine español (aunque la sala esté prácticamente vacía en cada sesión).
Sin embargo, no todo el cine español es una ruina, ya que si pensamos en Almodóvar y Amenábar podríamos considerarles como los listos que suben la nota media de la clase. El asunto es, que si dos directores como ellos creandiferentes proyectos, ya sea arriesgando o manteniendo un estilo característico, pero lo hacen en forma de súper producción, esto no es porque todo ese dinero venga de las subvenciones. Cuando tienen un nombre que se han ganado a base de éxito, buenas críticas y cuentan con actores, equipo y producción en parte internacional, el presupuesto aumenta por otras vías, consiguiendo así películas que además deser de calidad son rentables. Lo cual no sucede con diferentes directores españoles, que cada cierto tiempo deciden hacer una película con su gran parte del pastel de las subvenciones e independientemente del éxito que tenga, contaran con parte de ese dinero la próxima vez que se les ocurra algo, mientras otros directores noveles se las ven y se las desean para conseguir una financiación y unadistribución decente. Todo podría resumirse con la palabra amiguismo, que tiene bastante importancia en la situación del cine y del reparto de las subvenciones en los últimos años.
Parece que con la nueva ley del cine, la ministra González-Sinde pretende controlar a quién se dan las subvenciones, asegurándose de que estas se entreguen como ayuda para proyectos que ya de por si tengan un presupuestoelevado. Esto no beneficia a la industria y por eso algunos directores y trabajadores del sector, como Fernando Trueba, se suman a un colectivo (Cineastas contra la Orden) en contra de su aplicación. Todo son problemas a la hora de aceptar la nueva regulación propuesta para las subvenciones, pero también hay problemas aceptando el reparto actual, o al menos parece que algunos pueden estaracostumbrados a ellas y no conciben un cine español en el que las subvenciones no se sigan repartiendo como hasta ahora.
La directora española Isabel Coixet decía en unas declaraciones sobre la situación del cine español:
“el Estado tiene que apoyar las óperas primas, quizás las segundas películas, pero que a partir de la tercera los productores se busquen la vida o que haya como en otros países unas...