Clases de dolor

Estoy en la sala de operaciones,los nervios me comen; completamente consciente, sin dolor alguno... Ninguna muestra o síntoma de algún mal. lo que más me incomoda hasta ahora es, que me encuentro completamente desnuda, recostada en la plancha de operaciones, que más que plancha, parece una barra metálica, fria... que asemeja una delgada navaja que corta de lo helada que es.

No alcanzo a verexactamente cuantas personas están a mi alrededor... pero esta desnudez!!, como me hace sentir vulnerable ante tanto extraño. Todos hablan de cosas tan cotidianas como el desayuno con "fulanita" o los problemas maritales de "sutanito"... ¡¡ésta desnudez!!!

Alguien me pide que me recueste de lado... la famosa anestesia local, no la conocía... con un gran esfuerzo puedo hacerlo sin perder elequilibrio en esta barra acrobática. La colocación de la "raquia" se convierte en una clase didáctica para un fulano o fulana, que detrás mío, por primera vez la aplica. Primer intento: duele, pero es un piquete solamente... ¡falló!; lo intenta de nuevo con instrucciones de alguien mas... ¡falló nuevamente!. Ahora si me siento como tablero de tiro al blanco y además ¡¡desnuda!!!... duele más.

Sacanla aguja y doy gracias porque quitan al inexperto, que sólo ha provocado dolor... tercer intento; acierta, creo, aunque siento como si no lo hubiera hecho. Se siente un dolor que penetra hasta el último de mis huesos... un frío que recorre mi cuerpo.

De vuelta a la posición original, nuevamente sólo pienso en que estoy desnuda... desnuda, vulnerable y sin posibilidad de sentir pena alguna. Meponen una mascarilla; en mi cuenta regresiva del 10, 9, 8, 7, 6... 5.... 4...... ¡bingo!, ya no hay dolor, pero si conciencia... conciencia de mi desnudez.

Entra en la sala alguien mas, una mujer, una voz que reconozco...

Quien me puso la mascarilla trata de distraerme con preguntas simples: ¿cómo te llamas?... ¿ya sabes que es?... para ellas, respuestas simples se obtienen.

Unasensación rara en mi vientre... como un trazo de pluma... algún líquido brotó, lo supongo, porque se siente y no se siente al mismo tiempo.. extraño, raro mas bien.

El tin... tin... tin... sale de una bocina cercana. Mi corazón habla a traves de ella supongo. ¡Tan raro!, sólo lo había escuchado en las películas.

Parece que todo transcurre como debe ser, sólo lo supongo, porque siguen las pláticasdel desayuno aquel... de pronto, algo está mal, el tin, tin se comienza a escuchar más próximo uno de otro;casi se enciman uno con otro en la bocina... esa voz femenina se altera... al tiempo yo comienzo a escuchar más lejanas todas esas voces.

El de la mascarilla me pide que resista, me recuerda que no me puedo ir aún... pero mi cuerpo comienza a ser más ligero y menos frío... La desnudez quetanto me incomodaba momentos antes, ahora ya no importa. Ya no hay pensamientos de nada... la paz recorre mi cuerpo, una paz que hace meses no sentía... todo está bien, nada importa, nada me altera... ni la desnudez.

Ahora no sólo he dejado de sentir de la cintura para abajo,también lentamente esa insensibilidad recorre el otro lado de mi cuerpo... cierro lo ojos y no hay nada... ni blanco ninegro, ni color ni pensamiento; sólo tranquilidad. La voz del de la mascarilla casi deja de escucharse... levemente se alcanza a percibir el tin, tin acelerado.

Me siento bien, curiosamente me siento bien; como en una laguna tranquila... ¡¡Cuánto lo necesitaba!!!; aquí me quedo, pienso, aquí quiero estar.

Alguna vez he tenido esta sensación, aunque no lo recuerdo a ciencia cierta, tengo laimpresión que esta burbuja de la nada ya la he vivido, ya la he sentido; en alguna parte, en algún momento de mi vida... junto a alguien mas, pero no lo se bien.

El de la mascarilla sube el volumen de su voz porque alcanzo a escucharlo: "no te vayas, ya está aquí"... "si te vas, lo vas a dejar solo"... "sólo un poco mas, te necesita"... ¿te necesita?, ¿quién?... en un instante recuerdo todo,...