Como ven la historia los alumnos

1

PROFESORES Y ALUMNOS EN LA CLASE DE HISTORIA
Cuadernos de Pedagogía, nº 309, 90-94. ISSN: 0210-0630.

F. Javier Merchán Iglesias (IRES-Fedicaria) Seguramente muchos de los profesores que imparten clases de Historia en los Institutos de Educación Secundaria han asistido perplejos al llamado debate de las Humanidades y a las consecuencias que ha tenido en el currículo oficial. Al escuchar yleer las opiniones de quienes han terciado en la polémica se ha podido advertir un significativo distanciamiento de la realidad, un "espléndido" alejamiento que nos ha hecho preguntarnos si tales puntos de vista se referían a la enseñanza de la Historia en nuestros centros educativos y a los alumnos y profesores que cada día se encuentran en las aulas o a una situación fantástica realmenteinexistente. Pues en la mayor parte de los casos sus posiciones ignoran -no siempre por descuido- la lógica con la que en la práctica funciona la institución escolar en la etapa actual del capitalismo, y desconocen a veces interesadamente- cuáles son las funciones que realmente cumple en la vida social. El análisis de lo ocurrido en los últimos años hasta la publicación del nuevo Decreto de Enseñanzasmínimas, revela hasta que punto todo transcurre al margen de la realidad. Efectivamente, si miramos en el interior de las clases de Historia, observaremos que la distribución de los contenidos que ahora se decreta guarda un parecido asombroso con los que realmente se imparten en la mayor parte de las aulas, parecido que se corrobora si comparamos con los que ya establecían las grandes editoriales delibros de texto o con la secuenciación de contenidos elaborada para el territorio MEC a partir del currículo del 91 (BOE. de 25 de Marzo de 1992). De hecho, si examinamos lo que realmente ha ocurrido en los últimos años, puede afirmarse que la reforma de 1991 ha sido más virtual que real, y habrá que darle la razón a la ex ministra Esperanza Aguirre cuando decía que se trataba de "hacer oficiallo que es real". Pero si la Historia que se enseña en la mayoría de los centros es la misma que ahora se propone en el nuevo currículo y la propia ex ministra calificaba de "calamitoso" el estado en el que se encontraba ¿qué sentido tiene suministrar más de lo mismo? ¿No será que las decisiones se toman influenciados por las inercias profesionales y los intereses de los grupos editoriales, deespaldas a lo que realmente ocurre en las aulas? ¿No será, en fin, que la Historia tradicional que ahora vuelve de forma explícita al currículo no es la solución sino parte del problema? La mejora de la formación histórica de los jóvenes requiere algo más que buenos deseos y que discursos sobre las virtualidades de la Historia, y -como se ha demostrado en los últimos años- se precisa también algo másque un cambio formal en el currículo, al menos si se quiere que los cambios no se queden en palabras. A este respecto el análisis de las prácticas escolares constituye una referencia imprescindible, pues para intervenir en la realidad escolar necesitamos explicaciones sobre lo que ocurre en el aula, es decir, una teoría sobre la práctica que nos permita conocer las posibilidades y formas másadecuadas para transformarla. De entre los diversos aspectos que interesan en el análisis de las prácticas pedagógicas en la clase de Historia, destacaré en este artículo el que se refiere al papel

2

de alumnos y profesores, analizando la actitud y disposición con la que unos y otros afrontan la enseñanza-aprendizaje de la asignatura, así como las actuaciones que desarrollan en virtud, entreotras cosas, de las interacciones que se producen entre ellos. Lejos de reducir el análisis a problemas de orden técnico-psicológico que centran la atención en las llamadas dificultades de aprendizaje, es necesario -como nos propone Bernstein- que contemplemos la dinámica de la clase y el papel de alumnos y profesores como una actividad en la que se cruzan los microprocesos de la enseñanza con las...