Comunicación

Sección

HABILIDADES PARA COMUNICAR MEJOR

Comunicar
en distancias
cortas

La mañana comienza con una
bandeja de entrada saturada de
nuevos mensajes. Ramón, director
financiero de la compañía, había puesto el correo al día la víspera, antes de
irse a casa (con bastante retraso). Pero
mientras él dormía, desde las oficinas
de Hong-Kong, Nueva Delhi y Dubai no
habían parado deremitir nuevas consultas e informaciones. Se sentía orgulloso

un esfuerzo para autoconvencerse de
que los correos de sus colegas asiáticos
podían esperar unas horas antes de
ser abiertos.
Al ver los encabezados de los nuevos
mensajes, Ramón ha caído en la cuenta de que no conoce personalmente a
ninguna de las personas que los firman,
excepto a Michael, expatriado en Dubai,

Hoy manejodispositivos técnicos que
hace cinco años no entraban siquiera
en mis sueños, pero tal vez he perdido
la capacidad para dar un apretón
de manos cordial o para sonreír
sinceramente y mirando a los ojos

porque, al menos, había sido capaz de
apagar la blackberry al meterse en la
cama. Últimamente se había quedado
un poco preocupado tras leer algunas
informaciones sobre una nueva patología: laadicción a los dispositivos que
permiten recibir correos en tiempo real.
De hecho, alguna empresa norteamericana empezaba a prestar servicios
de “desintoxicación”. Antes de llegar a
este extremo, Ramón había realizado

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REVISTA DE COMUNICACIÓN

y con quien hizo buena amistad cuando
coincidieron en Fidadelfia. Le vino a la
memoria su gran estatura, el marcado
acento de su voz y esoscaracterísticos
ojos claros en los que se descubría una
mirada inteligente: ¿eran azules, verdes? Las últimas veces que le había visto
había sido a través de videoconferencias, y la calidad de las transmisiones
hace que esos matices queden un poco
difuminados. Los demás nombres le

sonaban vagamente, y sonrió al recordar
cómo hace unas semanas cayó en la
cuenta de que uno de susinterlocutores
desde hacía bastantes meses era una
mujer, no un hombre como él siempre
supuso: “con esto de los nombres chinos
no hay quien se aclare”, pensó.
No había acabado su primera lectura
rápida del correo cuando su Messenger
le anunció que alguien abría una nueva conversación con él. Se extrañó un
poco, pues no era muy asiduo de este
medio de comunicación. De hecho, lo
reservaba para sucírculo más íntimo.
En este caso, el interlocutor era Ramón
Jr., su hijo, que escribía desde París,
donde estaba disfrutando de una beca
Erasmus (“Disfrutar es el término exacto —pensó Ramón Senior—, ¡vaya vida
que se está pegando!”). Al principio se
alegró de que su hijo estuviera trabajando tan temprano. Pero las primeras
frases apagaron su entusiasmo inicial:
al parecer, la vida en lacapital francesa
era más cara de lo previsto, y le vendría
bien algún complemento para hacer
frente a los gastos.

Tras algunas reflexiones sobre la necesidad de ser más previsor y comedido,
Ramón le anuncia el envío de cierta
cantidad. “No sé para qué le comento estas cosas”, se dice a sí mismo al
concluir la conversación. Tenía motivos para dudar sobre el impacto de sus
recomendaciones:¿desde cuándo no
tenía una conversación tranquila, cara
a cara, con su hijo? Con un pesimismo
tal vez injustificado, pensó que en este
momento él era poco más que una entrada en la agenda del Messenger de
Ramón Jr., y desde luego su proveedor
de recursos financieros.
A fin de no retrasar más un pago que,
por el tono empleado por su hijo, parecía
urgente, se conectó rápidamente a suservicio particular de banca electrónica
para ordenar la transferencia. ¿Cuánto
tiempo hacía que no iba a su oficina
bancaria? Enrique, el anterior director,
había sido muy amable y eficaz, pero
desde que recurría sistemáticamente
a las transacciones on-line, ya no iba
mucho por allí. Después de Enrique
vino Manuel, a quien no llegó a conocer.

Y ahora el nuevo director de la oficina
se...