Concordancias entre sarmiento y a. e. agüero. parte iii
Páginas: 8 (1766 palabras)
Publicado: 4 de septiembre de 2012
CONCORDANCIAS ENTRE SARMIENTO Y A. E. AGÜERO.
IIIª parte.
Por Guillermo R. Gagliardi.
6.- Tierra y Memoria.-
Inquieto por indagar sus antecedentes familiares, buscar y retratar sus antepasados, y esbozar la historia de su sitio lugareño, Domingo escribe “Recuerdos de Provincia” (pùbl. en 1850).
Evoca allí a los Mallea, los Albarracín, sus amigos de infancia en elCarrascal, etc.
Figura como obra excelsa en la Literatura Nacional del siglo XIX: inmortal su “Historia de mi madre” y “El Hogar Paterno”, la memoria afectiva de sus padres y hermanas…
También nuestro Agüero, con su “Historia y leyenda de la Villa de Merlo” (1968), mito y fantasía, búsqueda adornada de ternura y calificado arte literario: los habitantes primitivos, el algarrobo prócer, la estadíadel gran intelectual Leopoldo Lugones (1874-1938) en la Villa, etc.
Alegoría de don Domingo significa el árbol anciano. Lo representa con su reciedumbre y a su vez su vocación de Bien y Protección Pública.
Y como testigo glorioso de la Historia de la Patria, en el silencio augusto de su titánico tronco, el susurro de su follaje respetuoso de la Nación. (Ver p. ej. cap. II, ob. cit., “Raícespaternas”).
Sarmiento sobrepasa al Algarrobo en su carácter de Actor de la Historia, Personaje, Protagonista de nuestro Destino, Presente y Futuro. En su profuso ramaje, como Faustino, como una “antigua Deidad india”,
“los efectos de las tempestades, y de los rayos y centellas caídos en su fronda”.
Como ese soberano árbol simboliza la “fuerza creadora”, y exige, merece, pide,necesita, las “muestras del más religioso respeto”, porque es Dios Tutelar y Dador de Vida en la Nación.
Equivalente a los “Recuerdos…” sarmientinos, sobresale su “La verde memoria o la Educación de un poeta (Autobiografía)”, en el tomo 3 de sus ‘Obras Completas’, ed. cit., 2ª, 1995:
“Sincero monólogo de un hombre que rememora, recreándolas en el espejo de su palabra, lasexperiencias de su vida de niño y adolescente”.
El puntano se considera heredero de la gran literatura, memoriosa y memorable, de Sarmiento, de Joaquín V. González (1863-1923) y de W. H. Hudson (1841-1922). Porque
“nacieron y vivieron en plena naturaleza”,
“por un singular privilegio de los dioses”.
Se destacan en su evocación de felices recuerdos de la niñez: su abuelo Francisco; eldiscurso de su padre alabando la tarea ímproba de gente tan esforzada como el abuelo, de raíz y porte sarmientesca, como un Pionero, forjador de la Nueva América:
“en un supremo esfuerzo por crear en estas tierras vírgenes un inmenso oasis de paz y de ventura…Vosotros sois los maridos de América. Finalizó mi padre, quizás parafraseando una de las expresiones más felices de Sarmiento”.Ese importante juicio de Agüero memorando a su padre, se transforma en un completo y sugestivo epítome de la hazaña sarmientesca, del sentido de toda su biografía como Político Civilizador y batallador de la Cultura (ob. cit., cap. I).
Don Domingo rendía culto a una visión metafísica del Progreso Ciudadano, una idea Ilustrada y fundamentalmente Humanista, de adelanto de las personas en loSocial, Educativo, Espiritual y en lo material.
El monumental algarrobo de su familia adquiere una doble significación, una relevante simbología histórica.
Junto con la lectura de las obras del maestro sanjuanino, el Poeta aprende el sentido religioso de la vocación pedagógica.
“Noble inteligencia” y gran carácter, así era su padre, también maestro, rural. Los libros sarmientinos que leía el niñoAntonio estaban apropiadamente subrayados por su padre:
“y con anotaciones suyas en los márgenes que demuestran hasta qué extremo fueron estos sus libros predilectos”.
Por el autor de “Educar al Soberano” sentía “admiración ilimitada”, traspasada a su hijo. Recuerda éste el poema compuesto por aquél, en la celebración de su segundo cumpleaños, en 1919. En esa composición de...
IIIª parte.
Por Guillermo R. Gagliardi.
6.- Tierra y Memoria.-
Inquieto por indagar sus antecedentes familiares, buscar y retratar sus antepasados, y esbozar la historia de su sitio lugareño, Domingo escribe “Recuerdos de Provincia” (pùbl. en 1850).
Evoca allí a los Mallea, los Albarracín, sus amigos de infancia en elCarrascal, etc.
Figura como obra excelsa en la Literatura Nacional del siglo XIX: inmortal su “Historia de mi madre” y “El Hogar Paterno”, la memoria afectiva de sus padres y hermanas…
También nuestro Agüero, con su “Historia y leyenda de la Villa de Merlo” (1968), mito y fantasía, búsqueda adornada de ternura y calificado arte literario: los habitantes primitivos, el algarrobo prócer, la estadíadel gran intelectual Leopoldo Lugones (1874-1938) en la Villa, etc.
Alegoría de don Domingo significa el árbol anciano. Lo representa con su reciedumbre y a su vez su vocación de Bien y Protección Pública.
Y como testigo glorioso de la Historia de la Patria, en el silencio augusto de su titánico tronco, el susurro de su follaje respetuoso de la Nación. (Ver p. ej. cap. II, ob. cit., “Raícespaternas”).
Sarmiento sobrepasa al Algarrobo en su carácter de Actor de la Historia, Personaje, Protagonista de nuestro Destino, Presente y Futuro. En su profuso ramaje, como Faustino, como una “antigua Deidad india”,
“los efectos de las tempestades, y de los rayos y centellas caídos en su fronda”.
Como ese soberano árbol simboliza la “fuerza creadora”, y exige, merece, pide,necesita, las “muestras del más religioso respeto”, porque es Dios Tutelar y Dador de Vida en la Nación.
Equivalente a los “Recuerdos…” sarmientinos, sobresale su “La verde memoria o la Educación de un poeta (Autobiografía)”, en el tomo 3 de sus ‘Obras Completas’, ed. cit., 2ª, 1995:
“Sincero monólogo de un hombre que rememora, recreándolas en el espejo de su palabra, lasexperiencias de su vida de niño y adolescente”.
El puntano se considera heredero de la gran literatura, memoriosa y memorable, de Sarmiento, de Joaquín V. González (1863-1923) y de W. H. Hudson (1841-1922). Porque
“nacieron y vivieron en plena naturaleza”,
“por un singular privilegio de los dioses”.
Se destacan en su evocación de felices recuerdos de la niñez: su abuelo Francisco; eldiscurso de su padre alabando la tarea ímproba de gente tan esforzada como el abuelo, de raíz y porte sarmientesca, como un Pionero, forjador de la Nueva América:
“en un supremo esfuerzo por crear en estas tierras vírgenes un inmenso oasis de paz y de ventura…Vosotros sois los maridos de América. Finalizó mi padre, quizás parafraseando una de las expresiones más felices de Sarmiento”.Ese importante juicio de Agüero memorando a su padre, se transforma en un completo y sugestivo epítome de la hazaña sarmientesca, del sentido de toda su biografía como Político Civilizador y batallador de la Cultura (ob. cit., cap. I).
Don Domingo rendía culto a una visión metafísica del Progreso Ciudadano, una idea Ilustrada y fundamentalmente Humanista, de adelanto de las personas en loSocial, Educativo, Espiritual y en lo material.
El monumental algarrobo de su familia adquiere una doble significación, una relevante simbología histórica.
Junto con la lectura de las obras del maestro sanjuanino, el Poeta aprende el sentido religioso de la vocación pedagógica.
“Noble inteligencia” y gran carácter, así era su padre, también maestro, rural. Los libros sarmientinos que leía el niñoAntonio estaban apropiadamente subrayados por su padre:
“y con anotaciones suyas en los márgenes que demuestran hasta qué extremo fueron estos sus libros predilectos”.
Por el autor de “Educar al Soberano” sentía “admiración ilimitada”, traspasada a su hijo. Recuerda éste el poema compuesto por aquél, en la celebración de su segundo cumpleaños, en 1919. En esa composición de...
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