conferencia

Conferencia sobre Teatro puertorriqueño
Biblioteca Nacional de Puerto Rico

“La transformación de la familia puertorriqueña en el teatro de René Marqués,
Luis Rafael Sánchez y Myrna Casas”

José R. Venegas, Ph. D.

La simbólica evolución de Puerto Rico como casa y de sus habitantes como “la gran familia puertorriqueña” -según Antonio S. Pedreira en Insularismo- se impone como temarecurrente en todas las dramaturgias estudiadas en este trabajo: Los soles truncos de René Marqués, Farsa del amor compradito de Luis Rafael Sánchez y El gran circo eucraniano de Myrna Casas. La metamorfosis de la casa/país a casa/burdel a casa/circo a casa/teatro se adueña poco a poco de nuestra literatura dramática desde mediados del siglo XX hasta principios del XXI.
En Literatura ypaternalismo en Puerto Rico, fundamental texto sobre la visión paternalista y las metáforas de infantilización en la literatura puertorriqueña, Juan G. Gelpí hace un detallado análisis sobre Los soles truncos que sirvió de apoyo para gran parte de nuestro estudio sobre la nueva lectura dada a esa obra de teatro -sobre todo en el aspecto parcialmente contracanónico del montaje escénico de su director,Gilberto Valenzuela. La “crisis del canon” mencionada por Gelpí en su texto (157), cobra vida en esta producción de 2006 –a casi 50 años del estreno del drama marquesiano- y reitera lo expresado sobre Marqués como figura de transición entre los treintistas anteriores a él y los que le siguen, según Margot Arce de Vázquez en una reseña del texto de la obra de teatro publicada en la Revista SinNombre (10: 3, 59). El estudio de Gelpí en relación con el espacio que es la casa en la calle del Cristo, como metáfora de la nación, se verá modificado, pocos años después, en el “burdel adobado” (41) de Farsa del amor compradito de Sánchez y en las obras de Casas –El gran circo eucraniano, Este país... ¡no existe! y Al garete, oséase manga por hombro. Todas estas obras convierten el concepto estéticoy el espacio que es el teatro, en casa, en un facsímil razonable del hogar -y a los que trabajan en él, en la nueva familia puertorriqueña con vestigios de lo que Antonio S. Pedreira expresó en Insularismo.
En “Los desastres de la guerra: para leer a René Marqués”, estudio de Arcadio Díaz Quiñones que se incluye en el volumen 10, número 3 de Sin Nombre, el autor describe, con una rápidaserie de citas de varias obras teatrales, los “efectos teatrales” que tanto le importaban a Marqués (16). Profundiza, más adelante, dándole importancia a textos como La carreta y Los soles truncos, menciona la posición canónica de Marqués y su uso de la ciudad de San Juan como trasfondo para varios de sus textos, incluidos los narrativos. Es este trasfondo que, según Díaz Quiñones, sirve como“prisión ...símbolo reiterado en sus cuentos y piezas dramáticas...” (18) que desarrollaremos más adelante en relación con los interiores físicos y anímicos en los que se encierran las hermanas Burkhart -una sola vez en el texto escrito y reiteradas veces en el espectacular dirigido por Valenzuela -montaje que remoza, dentro del necesario deterioro, la casa y la ideología de ese espacio en la calle delCristo.
Un contundente dato que nos pareció de sumo interés en este estudio de Díaz Quiñones se relaciona con los últimos años en la vida de Marqués. Dicho dato, que menciona la casa como metáfora, apoya y sirve de contrapunto a nuestras percepciones en relación con las necesarias nuevas lecturas de las que adolecen varios de nuestros textos teatrales canónicos:
Como la casa de Los solestruncos, la casa de sus ficciones había envejecido. Muchas de sus obras –dramáticas y narrativas-, con excepción quizás de La carreta, ya no estremecían tanto; se habían marchitado, habían perdido su fuerza original. Su producción literaria de los últimos años era un fracaso. La novela La mirada (1976) y algunos de sus últimos cuentos no eran sino un eco decaído de su propia obra, estancada...