Conocete a ti mismo
Pero volviendo a lainterpretación del precepto, ya hemos señalado que para Sócrates la virtud reside en el conocimiento. Así, por ejemplo, para ser un buen zapatero es necesario, en primer lugar, conocer lo que es unzapato y su función. Por el mismo razonamiento, si nos preguntamos en qué consiste ser un hombre bueno, virtuoso, lo primero necesario es conocer en qué consiste eso de ser hombre. Nuestro primer deber,por lo tanto, es obedecer la orden délfica "conócete a ti mismo", porque, como dice el maestro, "una vez que nos conozcamos, podremos aprender a cuidar de nosotros, pero si no, nunca lo haremos".Este cuidado de nosotros mismos no se refiere al cuerpo, sino al "alma" (psyché), pues es ésta la que utiliza y controla a aquél, es ella nuestro verdadero yo. Y ya que el alma (entendida sobre todocomo "razón") debe ser quien nos dirija y regule, el conocerse a uno mismo implica también tener autocontrol, pues no podemos cuidar de nuestro verdadero yo si estamos sometidos a los deseos y pasionesque proceden de nuestra naturaleza corporal.
Dicho de otra manera, si conocer algo es conocer para qué sirve, el conocimiento de uno mismo parte de un descubrimiento básico: que nuestro yo real...
Regístrate para leer el documento completo.